[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“En el sector energético ha habido en los últimos años un crecimiento de casi el 50 por ciento de la potencia instalada, junto a mejoras en la interconexión, que beneficia a muchas regiones que estaban fuera del sistema, en el NOA, NEA, la región Centro, Cuyo y Patagonia”, manifestó ayer Paula Español, gerente de Finanzas en Cammesa y vicepresidenta de AEDA. Destacó también la “finalización de dos obras emblemáticas, como la ampliación de la cota de la represa de Yacyretá, que provee el 60 por ciento de la producción hidroeléctrica del país, y Atucha II, que en breve va a estar en funcionamiento”. Mencionó avances en materia de energía eólica, hídrica y desarrollo de los biocombustibles, “medidas que buscan diversificar la matriz productiva”, indicó.

En el congreso de AEDA, Español analizó, en el plano industrial, que “vivimos un quiebre de tendencia en relación a lo observado desde 1976 hasta la crisis de 2001”. “La industria pasó a ser creadora de empleo, no expulsora, como venía siendo. Es decir que la actividad económica crece, y lo hace con empleo de jerarquía. A diferencia de lo que se suele decir, el crecimiento industrial fue generalizado, no se dio únicamente en el sector automotor”, apuntó. También remarcó como diferencia respecto de la lógica con la que la industria operó en el modelo neoliberal, que “antes exportábamos industria sólo si nos sobraba, mientras que en estos años pudimos tener tasas de crecimiento muy altas del mercado interno y a la vez una fuerte inserción en el mercado internacional”.

“Otra idea muy extendida es que nos fue bien por los buenos precios internacionales. Pero la noción de viento de cola pierde sentido cuando observamos que justamente el sector cuyas exportaciones más crecieron fue el de las manufacturas industriales, no las agropecuarias ni los productos primarios. Las ventas al exterior de artículos industriales pasaron de representar un 27 por ciento del total al 35 por ciento en 2011. Se trata de exportaciones del sector del software, maquinaria agrícola y equipamiento médico, por ejemplo. Esas operaciones son realizadas por nuevos actores y se dirigen a nuevos destinos”, señaló.

La economista subrayó la importancia de la industria para sustituir importaciones e impulsar las exportaciones, y con ello contribuir a superar la restricción externa, que fue el móvil de las grandes crisis de la economía nacional a lo largo de la historia. Se refirió, en términos sectoriales, a la importancia de las mesas de trabajo entre autopartistas y las terminales automotrices, y las del sector de maquinaria agrícola.