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Artemio Ramón Staffolani, obispo de Río Cuarto y uno de los delegados de la Iglesia Católica en la Mesa de Diálogo Argentino, ratificó ayer que “sintió vergüenza” como argentino cuando escuchó de parte de la delegación del FMI encabezada por el indio Anoop Singh que se calificaba a los argentinos de “corruptos”. “Me dio vergüenza cuando nos trataron de corruptos y tuvimos que bajar la cabeza porque era verdad” aceptó el obispo. Y agregó que, en otra ocasión, durante una reunión informal que algunos obispos sostuvieron con funcionarios de organismos internacionales, una persona a la que no mencionó por su nombre pero a la que identificó como “el secretario de (Michel) Camdessus” se había referido también a los argentinos como “vagos, tramposos y ladrones”. En un breve diálogo con los periodistas en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina Staffolani se mostró apesadumbrado porque “esa es la imagen que nos ganamos... y que no podemos desmentir”.