ECONOMíA › ALEMANIA DE LOS ’20 Y ARGENTINA DEL 2000
Aquellas lecciones de Versalles
Por Jorge Carrera
En 1919, a continuación de la primera Guerra Mundial, las potencias aliadas impusieron a Alemania severas penalidades, que buscaban justamente sancionar al perdedor y convertir su caso en un ejemplo para el mundo civilizado, evitando así que se repitiese semejante desastre. Las penalidades eran de una dureza increíble y aleccionadora, incluyendo, entre otras cosas, la mutilación territorial y el pago de reparaciones de guerra por las pérdidas que sufrieron los ganadores.
En medio de tanto common sense, que indicaba que los gobiernos estaban haciendo lo correcto, en 1919 se alzó la voz contraria de un miembro de la propia delegación británica a la Conferencia de París, un todavía no muy conocido John M. Keynes. En su célebre panfleto “Las consecuencias económicas de la paz” (1), Keynes mostraba que las reparaciones del Tratado de Versalles eran contraproducentes e imposibles de pagar para ese país, y hundirían las expectativas de recuperación de la economía germana.
En Alemania se sucedieron gobiernos débiles, obligados a la hiperinflación para licuar pasivos y a tratar de contener inútilmente el caos y la disgregación social.
Este fue un plafond óptimo para una reacción autoritaria. Ella fue subestimada en sus inicios como infantil y caricaturesca. Muchos de quienes tomaban este fenómeno más en serio lo visualizaban como un mal necesario para poner un poco de orden. Sin embargo, se estaba gestando un monstruo autoritario del que solo un difuso contorno se podía entrever a través de lo que Bergman llamó “El huevo de la serpiente”. Las consecuencias se vieron más tarde.
Este es un gran momento para reconstruir en forma más sana las bases políticas, económicas y sociales de nuestra democracia, pero también acechan innumerables riesgos, sea el gatopardismo o bien una regresión autoritaria.
(1) Keynes, John Maynard. The Economic Consequences of the Peace, 1919. www.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/3ll3/keynes/peace.htm