ECONOMíA
Política de mano dura
Presa de sus contradicciones, una de las conclusiones principales del Fondo Monetario es que para resolver los problemas que salieron a la luz con el caso argentino no hay mejor fórmula que ahondar la política de mano dura. De otro modo: la clave está en ratificar el curso, sin detenerse demasiado a averiguar si está o no equivocado. “Teniendo en cuenta el fracaso de los programas en Argentina, el Directorio concluye que la rigurosa aplicación de las condicionalidades del Fondo debería ayudar a garantizar que aquellas reformas estructurales que son críticas para los objetivos macroeconómicos sean efectivamente abordadas”, sostiene el documento. Pero además, cada vez será más difícil arrancarle al Fondo un aprobado: “La experiencia abre un interrogante general sobre cómo debe otorgar el Fondo el sello de aprobación (sic). El Fondo deberá utilizarlo teniendo en cuenta el cumplimiento de la políticas y no los costos (políticos) percibidos de retirar el apoyo” a un país.