ECONOMíA
El fin de los cupos textiles
Tras 40 años de comercio textil administrado por cuotas, en menos de 50 días el sector deberá comenzar a regirse por las normas ordinarias de la Organización Mundial de Comercio. En muchos países del mundo existe un fundado temor sobre la competencia de algunos países asiáticos, a la cabeza de los cuales se encuentran China e India. En la Argentina también se espera que en la plaza local aparezcan nuevos competidores, como Estados Unidos y Europa.
A partir del 1º de enero de 2005 ya no será posible imponer restricciones al comercio textil por fuera de las normas de la OMC. La previsión es que muchos productores pequeños quedarán fuera del mercado frente a la imposibilidad de competir con los precios de los gigantes asiáticos.
Conforme con el Acuerdo de Marrakech del GATT, el 31 de diciembre próximo caerá el denominado Acuerdo de Textiles y Vestimenta (ATV), que permitió a las naciones desarrolladas aplicar cuotas contra importaciones textiles de los países en desarrollo. Dentro de la OMC fueron vanos los intentos por prorrogar la vigencia del ATV.
Frente al dato de la realidad, los empresarios textiles argentinos y brasileños intentarán unirse para enfrentar la amenaza común. La idea es conformar un “Foro Textil del Mercosur” con el objetivo de trabar de alguna manera el ingreso indiscriminado de productos desde terceros países. El temor no son sólo las potencias asiáticas sino también Estados Unidos y Europa. Se prevé que algunas empresas de este origen que pierdan posiciones en algunas regiones del mundo vuelvan la vista a los mercados latinoamericanos. La Argentina exporta confecciones de prendas de marca a América latina por 60 millones de dólares al año.
En este contexto de mayor oferta mundial se espera una caída en los precios del orden del 10 por ciento como mínimo. Según la OMC, el mercado de textiles supera los 320 mil millones de dólares al año, más del 7 por ciento de todo el intercambio de bienes a nivel mundial.