[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El Presupuesto 2005 adolece de todos los vicios de los presupuestos votados durante la década menemista: reparto discrecional de fondos a las provincias, sin contemplar sus necesidades socioeconómicas sino su posicionamiento político, páginas en blanco en la descripción de los programas de la SIDE, recorte de partidas para la Oficina Anticorrupción, aumento de gastos en el Congreso, etc, etc. Para colmo, incluye dos artículos que deberían ser leyes en sí mismos, pero que para esquivar un saludable debate se optó por agregarlos como condimentos a la ensalada presupuestaria. Por un lado, los polémicos superpoderes para el jefe de Gabinete, que van más allá de las habituales potestades para reasignar partidas con el fin de destrabar cuestiones operativas. Por otro lado, la convalidación del decreto 214 de pesificación: si se pretende otorgar rango de ley a la pesificación –cosa que suena sensato– no parece la mejor manera hacerlo con un artículo del presupuesto, un atajo de dudosa legalidad, como lo expresó la senadora Vilma Ibarra, a quien nadie podría acusar de opositora.
Sin embargo, el Presupuesto 2005 es absolutamente original en un aspecto. Durante la década pasada, el ministro de Economía de turno (Cavallo, Roque Fernández, Machinea) inflaba sistemáticamente las estimaciones de recaudación tributaria para mostrar cuentas fiscales en línea con las metas del Fondo Monetario.
Esta vez es al revés: el Gobierno desinfla recursos y, consciente de que habrá un excedente fiscal mayor al pautado, crea diversos mecanismos para “esconderlo” a los ojos de los acreedores, mientras se las ingenia para disponer (vía superpoderes) de dichos fondos sin intervención del Congreso.
35 dólares
El cálculo de recaudación para el 2005 no prevé ninguna mejora en la administración tributaria. Al contrario, supone que los recursos crecerán a un ritmo menor por cada punto de expansión de la actividad. Pero no hay mejor muestra de la subestimación de los ingresos fiscales que el siguiente. Ante la Comisión de Presupuesto de Diputados, el secretario de Hacienda, Carlos Mosse, admitió que para el año próximo se supone un precio de referencia de 35 dólares para el barril de petróleo, valor a partir del cual se calcularon los ingresos por retenciones de una de las principales exportaciones. Ayer, el precio del barril cerró a casi 50 dólares, y hasta la consultora Ecolatina –vinculada al propio Lavagna– pronostica que no bajará de los 45 dólares. “Como está resuelto el tema de Irak seguro que el petróleo va a caer”, chicaneó a Mosse en aquella reunión el diputado Claudio Lozano.
Cajitas
Según se describe en una sola hojita de los anexos de la ley, hay 16 Fondos Fiduciarios –es decir, pequeños presupuestos paralelos–: desde el FF para el “desarrollo provincial”, hasta el FF para la “promoción de la industria del software”, pasando por el FF para la “reconstrucción de empresas”, el de “infraestructura regional”, el de “infraestructura hídrica”, el de “infraestructura de transporte”, el de “promoción de la ganadería ovina”, el de “refinanciación de hipotecas”, el Fogapyme, el Fonapyme, y otras siglas parecidas.
El diputado Lozano demostró que algunos FF se utilizan para desviar el excedente de recursos de la Tesorería, y así disponer libremente de ellos.
Perlas
- Santa Cruz es ampliamente privilegiada en la distribución de obras públicas financiadas por el gobierno nacional: recibirá 1209 pesos por habitante, frente a los 12 pesos de Chaco, los 16 de Corrientes, o los 28 pesos de Tucumán. En promedio, las provincias contarán con 50 pesos por habitante para la construcción de obras solventadas por la Nación.
- El Congreso aumentará sus gastos en 35 millones, repartidos entre erogaciones en personal, pasajes y viáticos, y “subsidios al sector privado”. El Senado agrandará su dotación de personal en un 8 por ciento.
- El presupuesto de la Oficina Anticorrupción se achicará un 6 por ciento en valores corrientes, por lo que la merma en términos reales será mayor. Funcionará con apenas 1,2 millones, lo mismo que el Instituto Juan Domingo Perón, entre cuyos objetivos está “brindar asesoramiento respecto de la fidelidad histórica de todo lo relacionado con la materia de objeto de su creación”, o sea el general Perón.
- Para la “remodelación” de la Casa de Gobierno se destinarán 7,2 millones, que se suman a los 6 millones erogados este año en refacciones.
- En el capítulo de la SIDE, sólo se especifica que cuenta con 2 (dos) empleados –el secretario y el subsecretario–. Ni un dato siquiera sobre el número de personal administrativo, o los gastos en papelería.