ECONOMíA › OPINION
¿Y si fuera al revés?
Por Mario Mazzitelli
En la Argentina actual se está desarrollando un importante debate acerca de si tenemos que sancionar o no las leyes que nos impone el FMI; una bandera norteamericana ha sido desplegada en la Cámara de Diputados y algunos legisladores tratan de explicar lo inexplicable sosteniendo que, en realidad, las modificaciones a las leyes de Quiebras y de Subversión Económica debían realizarse de todos modos.
Creo que no voy a aportar nada nuevo si sostengo que el FMI actúa como defensor de los intereses económicos de EE.UU. en primer término y, en segundo lugar, del G7. Tampoco agrego mucho si sostengo que las modificaciones propuestas a la legislación buscan favorecer la fuga de capitales y la compra de empresas argentinas a precio de remate, y son, sin lugar a dudas, contrarias al interés nacional.
Hagamos un ensayo de política ficción, sin alterar las reglas del capitalismo salvaje, y pensemos qué ocurriría si la Argentina ejerciera el dominio del FMI, y Estados Unidos, fundido y quebrado, viniese en busca de un acuerdo. Rápidamente surgen varios planteos para realizar (aclaro, dentro del capitalismo y en términos económicos):
1º) El fin de los subsidios a la agricultura (170.000 millones de dólares en diez años), dado que es un factor que fomenta la ineficiencia y distorsiona el comercio mundial.
2º) El fin de las trabas para el ingreso del acero argentino.
3º) El fin de las sobretasas a la importación de miel.
4º) El fin de las barreras fitosanitarias que impiden el ingreso de cítricos, etc., etcétera.
La ficción llega hasta aquí. No puedo imaginarme a los miembros del Congreso de la Unión explicando cuán beneficiosas son estas medidas para Estados Unidos. Tampoco puedo representarme a la bandera patria desplegada sobre el estrado de la Presidencia de la Cámara de Representantes. Como se dijo alguna vez; el problema no son los que nos compran sino los que nos venden.
* Titular del Partido Socialista Auténtico.