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Una reunión realizada el martes pasado en el Ministerio de Trabajo estableció que se mantendrá la relación laboral que los nuevos bancos Bisel, Suquía y Bersa tendrán con los empleados de dichas entidades en los términos que prescriben la Ley de Contrato de Trabajo y el convenio colectivo de la actividad. La admisión de la continuidad laboral y el reconocimiento de los derechos adquiridos por parte de los nuevos directorios beneficia a los más de seis mil trabajadores que forman parte de grupo que controlaba el Crédit Agricole, el mayor banco cooperativo del mundo y uno de los más importantes de Francia. El acta fue firmada por la propia titular de la cartera, Graciela Camaño y el secretario general de la Asociación Bancaria, Juan José Zanola.