Lula da Silva y Evo Morales mantuvieron una fuerte discusión poco antes de despedirse de la cumbre energética que se llevó a cabo en Venezuela. El brasileño le reprochó a Evo la nacionalización de dos refinerías de Petrobras, sobre las que Bolivia tomará el control el próximo 1o de mayo. De acuerdo con lo publicado por el diario Folha de Sao Paulo, Lula le advirtió que si se concreta esa medida “Brasil dejará de invertir en Bolivia y aconsejará a otros países a hacer lo mismo”. El gobierno boliviano tendría la intención, según la versión periodística, de pagar menos de la mitad del precio de las dos refinerías, estimado entre 160 y 180 millones de dólares. Las refinerías ubicadas en las ciudades bolivianas de Cochabamba y Santa Cruz fueron adquiridas por Petrobras en 1999 en alrededor de 100 millones de dólares. En Brasil se especula que si Evo cumple con su amenaza, Petrobras abandonaría las refinerías de inmediato, sin participar del proceso de transición. Bolivia anunció la nacionalización de sus recursos naturales en mayo de 2006, una medida que se llevará a cabo justo cuando se cumple un año de esa decisión soberana.