“El clima de violencia política que alienta el gobernador de Neuquén hace presagiar otra tragedia”, afirmó a Página/12 el dirigente de ATEN Gustavo Aguirre. Para los maestros, Jorge Sobisch “alentó a los punteros” del Movimiento Popular Neuquino (MPN) y “ordenó” a los funcionarios públicos abrir las escuelas “por la fuerza”, nombró directores “normalizadores” y suplentes en los colegios privados, en un claro enfrentamiento con los huelguistas, que no fueron recibidos por las autoridades del Consejo Provincial de Educación. ATEN consideró que la jornada de “reflexión” lanzada por Ctera para el 27 de abril “no nos sirve” y “expone” a los docentes en medio de una creciente tensión política.

A lo largo de la mañana, funcionarios y “punteros” del MPN abrieron las escuelas por la fuerza, al mando de los “directores normalizadores” nombrados por Sobisch y acompañados de grupos de “padres autoconvocados”, que según los maestros “ni siquiera pertenecen a las comunidades educativas de esos colegios”. Los docentes denunciaron ante la Justicia “la usurpación de la propiedad pública” y a la directora del Registro Civil provincial, Romina Irigoin, por impulsar a sus empleados a “las tomas de colegios”. Pero los docentes no fueron recibidos cuando llevaron sus denuncias al Consejo Provincial de Educación.

Por la tarde, los docentes junto a los trabajadores de ATE y los profesionales de la salud –que prolongaron hasta hoy los paros en la administración pública y los hospitales provinciales– realizaron un “cacerolazo” frente a la gobernación, donde los maestros mantienen un campamento desde hace diez días para reclamar la renuncia del gobernador.

Después de rechazar la propuesta salarial de 1240 pesos de inicial “por decreto” que Sobisch hizo pública a través de solicitadas pero que “todavía no firmó ni existe oficialmente”, ATEN solicitó a Ctera un paro nacional para este viernes en apoyo a la lucha de los maestros en Neuquén y Santa Cruz. Pero la decisión que adoptó la central nacional docente no conformó a los neuquinos.

Ctera hizo público ayer el lanzamiento de una “jornada nacional por la resolución de los conflictos provinciales y contra la represión y el autoritarismo”. Pero la medida, que será parte de una “campaña mundial por la educación” y que se hará en forma simultánea en 170 países del planeta, está planificada recién para el 27 de abril. “Es insuficiente y tardía. En realidad no nos sirve, necesitamos un paro para respaldar esta huelga y no una jornada de reflexión, que cuando se haga ya estaremos en más de 40 días de paro y en medio de una creciente violencia política que alienta el gobierno provincial”, afirmó Aguirre, secretario general de ATEN Capital.

Los docentes aclararon que están dispuestos a negociar si existe “una propuesta formal” y si el interlocutor “no tiene las manos manchadas de sangre por el asesinato de Carlos Fuentealba”. El negociador nombrado por el gobernador, el ahora internado superministro Jorge Lara (a cargo de Gobierno, Seguridad y Educación), estaba al frente del disuelto Ministerio de Seguridad cuando se ordenó la represión a los docentes en la ruta 22. Pero las medidas adoptadas por Sobisch apuntan a quebrar la huelga docente más que a negociar, como una muestra de su ratificada política de mano dura frente a las protestas sociales. Una situación que vuelve a poner a Neuquén en medio un peligroso clima de violencia.