Paraguay reclamó ayer a la Argentina por la restricción en el envío de gas licuado de petróleo que el vecino país utiliza para abastecer tanto la demanda domiciliaria como la industrial. Los camiones transportadores no están llegando al ritmo habitual, lo que genera dificultades para atender el consumo paraguayo que llega a los 8 mil kilos mensuales. La protesta fue formalizada por los fraccionadores, que prorratean el gas que llega a granel en garrafas de 10, 15 y 45 kilogramos. Debido a la escasez de insumo, estos empresarios están agotando el stock y hoy no pueden realizar la reposición habitual a sus clientes, ya que casi todo el gas que se utiliza proviene de la Argentina. Ayer llegaron a Asunción sólo un par de camiones con aproximadamente 44.000 kilos del producto mientras que el consumo diario ronda unos 270.000 sólo en la capital. Esa nación no tiene una red de gasoductos y no consume gas natural sino sólo GLP, lo que la puso en una situación crítica. Aunque nadie dio razones precisas acerca de aquella demora, puede inferirse que se trata de otra consecuencia de las restricciones energéticas argentinas, que impide disponer del gas en las cantidades habituales y para cualquiera de sus destinos.