Los peronistas antikirchneristas están entusiasmados. Ayer dieron otro paso en el armado electoral que comenzaron a bordar la semana pasada en Potrero de Los Funes, San Luis. El Hotel Presidente fue testigo de un nuevo encuentro del autodenominado Comando Superior del PJ. Ramón Puerta fue el único ausente. Acompañados por el neuquino Jorge Sobisch, Menem y Adolfo Rodríguez Saá informaron a la prensa que habían pedido al tribunal de disciplina electo en San Luis, la expulsión del presidente Néstor Kirchner y de su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, por haberse pasado al Frente para la Victoria. También definieron un próximo encuentro para tratar de encontrar una fórmula presidenciable propia a más tardar en 30 días. Los referentes bonaerenses de este sector se encontraron en el restaurante El General para avanzar en acuerdos políticos y también electorales. Continuarán su búsqueda hoy al mediodía cuando en el comedor de la Cámara baja se encuentren Aníbal Leguizamón, referente de Puerta, Francisco De Narváez, Jorge Macri y Pablo Tonelli, de Recrear.

La idea de pedir la expulsión de Kirchner del PJ no es nueva. La semana pasada rondaba por los pasillos del encuentro que se realizó en San Luis. En esa ocasión, uno de los organizadores había dicho a este diario que apostaron por “la racionalidad”. La definición subrayaba que habían intentado dejar de lado “cualquier salvajada”. Ayer el entusiasmo dio lugar a los deseos y la medida fue presentada a la prensa como un paso en la ofensiva de este sector.

“Con la creación del partido Frente para la Victoria, el actual presidente de la Nación, su esposa y varios hombres de este gobierno han dejado de pertenecer al justicialismo”, informó Menem en la rueda de prensa. La semana pasada, luego de caducar todos los mandatos partidarios, en San Luis se eligió un nuevo tribunal de disciplina. La cara visible de ese organismo es el santacruceño Eduardo Arnold, varias veces vicegobernador de Kirchner y hoy candidato a gobernador en su provincia.

“Pedir la expulsión de Kirchner del PJ es un paso riesgoso”, confió a este diario uno de los convocantes de esta medida. “Cuando se juntan Menem y Rodríguez Saá todo es lindo, todo está bien, todo se acelera”, dijo el dirigente del PJ al evaluar el anuncio de la desafiliación.

Menem y Rodríguez Saá insistieron en denunciar la proscripción del peronismo. “Hace cuatro años que el PJ está intervenido y sustituido por un partido del Gobierno que quiere destruir al justicialismo para construir este engendro que es el Frente para la Victoria”, señaló Menem al cerrar el encuentro.

El principal inconveniente que tiene este grupo de dirigentes es la falta de un referente con intención de voto y buena imagen. No faltó quien especulara con el nombre de Eduardo Duhalde. Algo que el bonaerense no tiene en sus planes. “Es un afiliado distinguido. Nos gustaría contar con su apoyo”, concluyó el riojano dejando en claro la orfandad del grupo.

El duhaldismo es algo indescifrable en política. Para algunos no existe como tal, para otros se trata de una fuerza dormida a la espera de una oportunidad para reagruparse. Uno de los suyos, el más verborrágico, el más incondicional, Daniel “Chicho” Basile, estuvo presente no sólo en San Luis, sino también en la reunión que ayer por la tarde se concretó en El General. Al igual que en San Luis aparecieron caras nuevas, caras extrañas y jóvenes de ayer, o mejor dicho, de anteayer. Leguizamón estuvo como el referente del misionero Puerta, también se pudo ver a Irma Roy, Osvaldo Papaleo, el ex intendente de Florencio Varela Julio Carpinetti, Carlos Alvarez, quien supo ser ministro de Gobierno de Buenos Aires cuando gobernaba Antonio Cafiero, Mercedes Landa por el menemismo, Carlos Dellepiane por los Rodríguez Saá y Mauricio Silva en nombre de los seguidores del neuquino Sobisch. De candidaturas por ahora no se habla. En verdad porque todos quisieran serlo, pero no todos salen bien en la foto.