Al menos quince industrias del sector químico y petroquímico están paralizadas debido a la crisis energética, lo que hace evidente las adversas consecuencias que la escasez de gas y electricidad tienen sobre el sector productivo. Según un informe difundido ayer por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hay productores de herbicidas, insecticidas, fungicidas, fertilizantes nitrogenados y vacunas antiaftosa, entre otros insumos de la cadena agroindustrial, que ya habrían perdido entre 12 y 15 días de producción.

El panorama fue definido como “preocupante”, desde el Instituto de Estudios Económicos de la entidad cerealera, debido al carácter estratégico que tienen esos insumos y a que el conflicto aún no presenta “una solución visible en el corto plazo”. Ni siquiera el Plan Energía Total, en virtud del cual el Gobierno subsidiará el uso de gasoil y fueloil como alternativas al consumo de gas y electricidad para empresas resulta muy esperanzador para los rubros más golpeados por la escasez de esos carburantes.

Los fertilizantes son considerados insumos clave para la producción del trigo y del maíz, ya que resultan imprescindibles para maximizar su rendimiento como para reponer parcialmente la extracción de nitrógeno del suelo que se produce con la cosecha. La escasez de gas y electricidad impactó drásticamente en la producción de Profértil, la principal productora local de urea granulada, cuya actividad está paralizada hasta el 20 de este mes, lo que implica suspender la fabricación de 145 mil toneladas del producto.

Este informe sectorial es uno de los primeros reportes sobre el impacto que la crisis energética está teniendo en todo el ámbito productivo, con una oferta estabilizada y una demanda creciente en todos los segmentos de usuarios, incluidos en los industriales. Ni siquiera el otro plan oficial, el Energía Plus, que obliga a los grandes consumidores a autogenerar o pagar a precio libre la energía que consuman por encima del 2005, fue estímulo suficiente para el ahorro.