El contador Alfredo Greco, un intermediario del caso Skanska, quedó ayer en libertad después de pagar en efectivo una fianza de 100 mil pesos. Estaba detenido por orden del juez Javier López Biscayart, que lo procesó por su participación en la evasión simple y agravada que se le imputa a la firma sueca. Greco, según la investigación judicial, actuó como nexo entre Skanska e Infiniti Group, una de las sociedades fantasma que le vendió facturas truchas para simular gastos. La semana pasada también lo involucró Raúl Orsini, el titular de Cunumí, otra empresa que le facilitó comprobantes a la multinacional por trabajos que no hizo. Orsini declaró como imputado ante el juez Guillermo Montenegro, que investiga la pista de las coimas en el mismo caso. Dijo que Greco era una suerte de representante de Skanska que le avisaba cuando había pagos y a quien le entregaba las facturas. López Biscayart liberó al contador porque se lo ordenó la Cámara en lo Penal Económico. El juez consideraba que debía seguir preso por antecedentes que sugerían que podía intentar eludir a la Justicia: ante una visita policial a su casa motivada por las sospechas de que estaba “colgado” de la señal de cable, se puso a tirar facturas por la ventana, y lo pescaron.