“Las turbulencias en los mercados internacionales constituyen la crisis financiera más importante de los últimos diez años”, advirtió ayer el Banco Central dentro del informe de inflación. También marcó que se trata del primer test para Argentina desde la crisis de 2001 y 2002. Pero, de inmediato, enfatizó que las políticas “prudenciales” seguidas en los últimos años limitarán las repercusiones en la economía local. De hecho, en el mismo documento proyecta un crecimiento del 7,2 por ciento para este año.

El informe da cuenta de que “la inversión en 2008 rondará el 23 por ciento del PBI y la Argentina volvería a evidenciar un importante crecimiento económico con superávit externo y fiscal”. No obstante, el Central señaló que la economía “enfrentará un contexto internacional más hostil, dada la persistencia de las turbulencias en los mercados financieros y el aumento de los riesgos de debilitamiento económico de Estados Unidos, con su potencial impacto en la economía mundial. Sin embargo, los favorables precios de las materias primas exportadas por nuestro país se mantendrían, en un escenario de sostenido crecimiento de las economías emergentes que compensarían parcialmente la desaceleración prevista en los países desarrollados”.

El Central indicó que la reversión de los movimientos de capitales es comparable a la ocurrida durante el “efecto Tequila”, en 1995. “Hasta el momento se logró amortiguar los efectos de las disrupciones externas sobre el desempeño macroeconómico, lo que corrobora lo acertado de las políticas prudenciales y anticíclicas del Banco Central, tanto en el plano monetario como financiero”.

Más adelante, remarcó que la denominada “agflation”, es decir, la inflación provocada por el encarecimiento de los precios del sector agrícola, implica un nuevo desafío de política monetaria tanto para países desarrollados como emergentes. En particular, en economías como Argentina cuyas exportaciones se componen principalmente de bienes salario o de bienes que compiten por el uso de los mismos recursos productivos, el encarecimiento relativo del precio internacional de los alimentos reduce el ingreso real de los sectores de más bajos recursos”.

El informe trimestral de inflación curiosamente evita proyectar una estimación del Indice de Precios al Consumidor.