EL MUNDO › VICTORIA DE LA SOCIALDEMOCRACIA EN SUECIA
Buscando el círculo virtuoso
“Hemos roto la tendencia. La semana próxima, nuestros compañeros alemanes seguirán nuestros pasos.” El tono triunfal del actual premier de Suecia y líder del Partido Socialdemócrata, Goran Persson, tiene sus razones: la centroizquierda europea rompió la seguidilla de derrotas que la vienen signando últimamente (Francia, Portugal, Holanda y Dinamarca, sólo en el último año) y se alzó con un triunfo contundente en Suecia. Los socialdemócratas suecos obtuvieron el 40 por ciento de los votos en las elecciones legislativas del domingo y pueden gobernar sin necesidad de aliarse con el poscomunista Partido de Izquierda o los ecologistas, que les trajeron no pocos problemas. Envalentonado, Persson declaró ayer que convocará un referéndum sobre la adhesión al euro el año que viene para completarla en el 2005. Sin embargo, hay otro gran triunfador en los comicios suecos: el Partido Liberal, antiinmigración, obtuvo el 13,4 por ciento de los votos (había llegado a apenas el 4,7 por ciento en 1998) y ganó 48 bancas en el Parlamento.
Los socialdemócratas suecos se apuntaron otro triunfo importante en las elecciones municipales, que también se celebraron el domingo: lograron recuperar la alcaldía de Estocolmo, en manos de la derecha desde 1998. El desastre para los conservadores en este caso es aún más doloroso pues querían que la capital sirviera de modelo de su gestión y fuera el faro de su futura vuelta al poder. Pero la vuelta está muy lejos, porque el Partido Moderado (ex Conservador) sólo obtuvo el 15 por ciento, frente al 22,9 de 1998. El líder del Partido Moderado, Bo Lundgren, ha dicho que no piensa dimitir, y ayer se alzaban voces en su partido pidiendo la vuelta de su antiguo líder, Carl Bildt, que llevó al partido al 24 por ciento.
Ahora, la correlación de fuerzas dentro de la derecha apunta más a la derecha. El líder del Partido Liberal, Lars Leijornborg, justificó su ascenso electoral por haber hecho una oferta de cambio a la sociedad sueca. Leijornborg dijo durante la campaña que los inmigrantes que no consigan trabajo dentro de los tres meses de su llegada a Suecia deben volver a sus países, y que deben pasar las pruebas de sueco antes de obtener la ciudadanía. Por eso, quizás, más del 50 por ciento de los inmigrantes votaron a la socialdemocracia.
Sabiendo su fama, Leijornborg aprovechó los micrófonos para insistir que su partido no tiene nada que ver con la antiinmigración. “Estoy a favor de la inmigración y de continuar con la política de asilo, pero hay que reconocer que hemos fracasado a la hora de integrarlos. No se equivoquen con nosotros”, afirmó. Y apuntó un dato que lo acerca más a la derecha holandesa del asesinado Pim Fortuyn: de los seis candidatos inmigrantes elegidos al Parlamento en estas elecciones, tres pertenecen a su partido.