El presidente de Cuba, Raúl Castro, decretó la entrega en usufructo de tierras ociosas a campesinos y personas jurídicas para estimular la producción de alimentos y reducir las importaciones y autorizó “provisionalmente y de forma excepcional” el regreso de maestros jubilados a las aulas de Cuba. Con dos decretos publicados ayer en la prensa oficial, Castro pone en práctica medidas anunciadas en la primera sesión de la legislatura del Parlamento cubano, que tuvo lugar la pasada semana.

“Existe actualmente, por diferentes razones, un porcentaje considerable de tierras estatales ociosas, por lo que se hace necesario la entrega de tierras en usufructo a personas naturales o jurídicas, con el objetivo de elevar la producción de alimentos y reducir su importación”, dice el decreto. “El límite máximo a entregar a personas naturales sin tierra es de 13,42 hectáreas. En el caso de quienes posean tierras, en propiedad o usufructo, podrán incrementarlas hasta completar 40,26 hectáreas”, añade.

El usufructo se concede por un período de 10 años prorrogables para las personas naturales, y también podrán tomar tierras las granjas estatales, cooperativas y entidades no agropecuarias, por 25 años que podrán ser renovados.

Por otra parte, el Decreto-Ley 260 establece las condiciones para el regreso a las aulas de las escuelas de primaria y secundaria de los maestros jubilados, sin que pierdan su derecho a percibir la pensión y a cobrar el salario de acuerdo con el nivel profesional que tenían en el momento del retiro. La norma señala que es una autorización “provisional” y “excepcional” en un momento en que el país “está enfrascado en elevar y perfeccionar la calidad de la educación, existe déficit de maestros y profesores para las escuelas del Ministerio de Educación”.