Desde Madrid *

La policía turca detuvo a nueve personas que estarían vinculadas con el doble atentado de Estambul, que el domingo costó la vida a 17 personas e hirió a 150. Los sospechosos están acusados de facilitar explosivos a los terroristas.

Los nueve detenidos no habrían sido el brazo ejecutor del atentado, sino el contacto que proporcionó la dinamita a los terroristas, según informó ayer la agencia de noticias Anatolia. Hasta los arrestos de ayer, la policía sólo contaba con un sospechoso. El hombre aparecía en la grabación de una cámara de seguridad, hablando por un teléfono móvil, junto al lugar de las explosiones.

La investigación, a cargo de la Fiscalía de la ciudad y las fuerzas antiterroristas, llegó a la conclusión de que el material utilizado para la fabricación de las bombas fue dinamita. Para reforzar su carga se añadieron clavos y esquirlas de metal. Las dos bombas explotaron el domingo por la noche, en el barrio popular de Güngören, con un intervalo de unos diez minutos.

El atentado no ha sido reivindicado por nadie. La tesis oficial, avalada por el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, atribuye la autoría al ilegalizado Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), pese a que los kurdos se desvincularon del ataque, y lo condenaron. La segunda hipótesis apunta a la red Ergenekon, una supuesta trama golpista de nacionalistas laicos que intenta derrocar del poder a Erdogan mediante atentados. La pista del terrorismo islámico está prácticamente descartada.

* De El País de España. Especial para PáginaI12.