En un hecho histórico, el presidente Tabaré Vázquez restituyó al Partido Comunista Uruguayo (PCU) los ficheros de afiliados a ese partido que habían sido incautados por la dictadura militar hace 32 años. La entrega tuvo lugar ayer en la Residencia de Suárez, donde el secretario general del PCU, senador Eduardo Lorier, recibió los ficheros de manos del jefe de Estado uruguayo y líder de la coalición de izquierda Frente Amplio. Se trató de una reunión de carácter reservado, en la que también se analizaron cuestiones relacionadas con la crisis financiera mundial.

Denominados por el gobierno de facto como los “ficheros de Arismendi” (en referencia al por entonces secretario general del PCU, Rodney Arismendi), la información fue robada a esta organización por las fuerzas militares entre los años 1976 y 1977.

En los ficheros constan los nombres y otros datos personales de un gran números de afiliados al PCU hasta mediados de la década del ’70. Esta información se encuentra guardada en una decena de tomos y fue utilizada por el régimen militar para perseguir a los militantes, con el fin de desarticular el funcionamiento del PCU en el país vecino.

Según fuentes del Poder Ejecutivo citadas por el diario La República, los ficheros fueron encontrados días atrás dentro de un mueble en una oficina del Edificio Libertad, aunque paradójicamente la dictadura uruguaya nunca llegó a utilizar esta dependencia de forma oficial.

El Edificio Libertad fue construido a un costo millonario durante el régimen de facto uruguayo, con la intención de que fuera la sede del Ministerio de Defensa. Finalmente los tiempos políticos impusieron cambios y el edificio fue inaugurado en épocas de democracia. El 1º de julio de 1985 se utilizó como edificio central de la Presidencia de la República por el presidente electo en las urnas, Julio María Sanguinetti, del Partido Colorado.

La versión de los militares señala que Rodney Arismendi fue detenido por agentes de las fuerzas conjuntas el 8 de mayo de 1974, siendo expulsado hacia la Unión Soviética el 4 de enero de 1975.

Por ese entonces, sectores castrenses difundieron la información de que Arismendi había sido liberado tras haber entregado al régimen de facto los ficheros del PCU. Asimismo, la dictadura hizo circular el rumor sobre una supuesta compra de carne a Uruguay por parte de la Unión Soviética, como canje por su excarcelación.

En declaraciones hechas al periódico mencionado, Alcira Legaspi, viuda del ex líder comunista y ex integrante del Comité Central del PCU, desmintió esta versión señalando que, luego de ser secuestrado, Arismendi “ni siquiera pasó por casa, fue desde la Jefatura a la Base de Aeronáutica”. Legaspi añadió que Arismendi era el secretario general del PCU y los ficheros de los militantes siempre están en manos del frente de la organización, y nunca en poder del secretario general del partido. En su explicación, la viuda indicó que Arismendi fue expulsado del país el 4 de enero de 1975, mientras que los ficheros cayeron en poder de la dictadura entre 1976 y 1977.

Reafirmando la desmentida de las versiones militares que también hicieron desde el PCU, Legaspi agregó que las diversas fechas que surgen de las publicaciones que analizan el tema de los ficheros permiten desmentir la “infamia de la dictadura”. “Fue todo un invento de la dictadura”, enfatizó la viuda.