La represión a los docentes de la ciudad de Buenos Aires cuando intentaban instalar una carpa frente a la Jefatura de Gobierno convirtió una vigilia de cien horas en un paro nacional por 24 horas. Los gremios docentes de todo el país –Ctera, Amet, Sadop, CEA y UDA– llamaron a repudiar la “brutal represión” por parte de la policía, que terminó con tres maestros hospitalizados y varias víctimas de gas pimienta. “Era una acción de paz, nosotros no pensábamos tomar medidas de fuerza ni cortar la calle”, explicó el secretario general de UTE, Francisco “Tito” Nenna, quien responsabilizó al jefe de Gobierno por la represión. Luego de los graves incidentes, Mauricio Macri se vio obligado a dar una conferencia de prensa, en la que acusó a los “dirigentes gremiales” de provocar con “prepotencia y violencia” un enfrentamiento con la policía y de “robarles un día de clases a los chicos de todo el país”. Además, pidió que levantaran la medida. Los docentes llamaron a una concentración frente a la sede porteña para este mediodía.

Los incidentes comenzaron pasadas las doce, cuando la Unión de Trabajadores de la Educación trató de levantar la carpa en la vereda de Avenida de Mayo, a la altura de la Jefatura de Gobierno. En ese momento la Policía Federal secuestró el gacebo que llevaban los docentes y a partir de los forcejeos con el cordón armado por la Guardia de Infantería resultaron heridos la secretaria general de Ctera, Stella Maldonado, con un corte en la pera, y el director de la Escuela Número 2, Mario Franchi, con un tajo en la frente. Además, el secretario de prensa de Ctera, Alejandro Demichelis, sufrió un desmayo y un golpe en la cabeza, producto de la caída. Los tres debieron ser trasladados al Policlínico del Docente. Los maestros denunciaron, además, la participación de oficiales de civil entre los manifestantes.

La intervención policial se produjo a pedido del gobierno porteño, que hizo la denuncia en la Fiscalía Contravencional. Pasado el primer momento de tensión, apareció en el lugar el jefe de Gabinete del Ministerio de Espacio Público, Fabián Rodríguez Simón, para aclarar que los docentes no tenían autorización para instalar el campamento porque no habían presentado el pedido con diez días de anticipación. La solicitud, en verdad, había sido realizada el viernes y hasta ayer, al momento de comenzar la vigilia, no había tenido ninguna respuesta. Rodríguez Simón es el mismo que había dado la cara durante el conflicto por la colocación de las carpas frente al Congreso nacional, en medio del enfrentamiento con las entidades ruralistas.

“Quedó claro que Macri solicitó la policía, que actuó a pedido del fiscal general de la ciudad, puesto a dedo por él”, denunció Nenna. Desde el macrismo, en cambio, argumentaron que la policía no responde el gobierno porteño, sino al Ejecutivo nacional. Desde el kirchnerismo aseguraron que tanto el comisario como la fiscal intervinientes eran “llamados constantemente” por el Gobierno de la Ciudad.

Luego de una serie de negociaciones con las fuerzas de seguridad, los maestros recuperaron la carpa y los efectivos policiales se retiraron del frente del edificio. Las autoridades de la ciudad pidieron que la manifestación fuera en la Plaza de Mayo, pero los gremios rechazaron la propuesta. Por la tarde se produjo una segunda represión –esta vez con gas pimienta– cuando intentaron quitar la carpa armada por los docentes. Como consecuencia, varios maestros fueron trasladados al Hospital Argerich. Ante la resistencia de los manifestantes, que iban en aumento con el paso de las horas, la policía volvió a retirarse.

Agrupaciones de izquierda como el Partido Obrero, la Izquierda Socialista, el MST o Izquierda de los Trabajadores repudiaron la represión, al igual que movimientos sociales kirchneristas como Barrios de Pie o el Movimiento Evita. Legisladores de todos los partidos de la oposición y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora también se acercaron hasta la sede porteña. Además, se fueron sumando sindicatos docentes y centros de estudiantes. Desde la carpa anunciaron la multiplicación de las adhesiones y la propagación del paro de hoy en los distintos distritos y gremios. Comenzó con un paro de la CTA y ATE de la Capital, luego se agregó un paro del Frente Gremial Docente de la provincia de Buenos Aires y concluyó con el primer paro nacional durante el gobierno de Cristina Fernández de los cinco gremios más importantes de la Educación.

Tristeza PRO

“Lo que vimos hoy me llena de tristeza... forzando una situación con una carpa absurda para robarles otro día de clases a los chicos”, dijo Macri, durante una conferencia convocada de urgencia, luego de que se conociera el paro a nivel nacional. El jefe de Gobierno pidió que levantaran el paro y “no pongan más en peligro el futuro de los chicos”. Acompañado por la vicejefa, Gabriela Michetti, y el ministro de Educación, Mariano Narodowski, Macri volvió a decir que no tiene plata para dar un aumento salarial y culpó al gobierno nacional de imponer una “traba formal y burocrática” para la utilización de 1500 millones de pesos que “podrían” ser para incrementar los salarios. “Magia no hacemos, el gobierno nacional nos pisa el dinero y los gremios amigos nos reclaman aumento”, dijo Macri.

Desde el Gobierno intentan deslegitimar el reclamo, acusando a los dirigentes sindicales de acordar políticamente con el kirchnerismo.