EL MUNDO › EL NEONAZI GANA PUNTOS PELEANDO CON PRAGA
Haider retoma los Sudetes
Por Kate Connolly
Desde Berlín
El gobierno de coalición de Austria parecía estar anoche al borde del colapso por una disputa sobre una estación de energía nuclear en la República Checa y la ampliación de la Unión Europea. El ultraderechista Partido de la Libertad, el socio menor de la coalición, rompió con el conservador Partido Popular Austríaco al pedir que Austria vete a la República Checa como miembro de la Unión Europea a menos que cierre la estación de energía nuclear Temelin en el sur de Bohemia.
Más de 915.000 austríacos, un sexto del electorado, votaron a favor de la propuesta del xenófobo Jeorg Haider en un referéndum esta semana. Su partido se opone a la ampliación de la Unión Europea. Ayer, Haider, el lider de facto del Partido de la Libertad y gobernador de la sureña provincia de Carintia, dijo que debían esperarse elecciones anticipadas. “Supongo que se resumirá a eso”, dijo por la radio austríaca, prediciendo que se llevarían a cabo en abril o mayo. Wolfgang Schuessel, líder del Partido Popular austríaco y canciller de Austria, trató de que los votantes no apoyaran la petición, argumentando que era impulsada políticamente y no por la preocupación por la seguridad o la ecología. Schuessel dijo ayer que la coalición no funcionaría más si el Partido de la Libertad seguía actuando contra la política del gobierno en cuanto a la ampliación de la UE, pero añadió: “Nadie quiere nuevas elecciones”.
La planta energética de la era soviética, emplazada a 50 kilómetros de la frontera austríaca, es desde hace tiempo una espina en las relaciones entre Austria y la República Checa. Los ecologistas en la Austria libre de energía nuclear sostienen que no es segura y que ha sufrido una serie de problemas mecánicos. Los checos insisten en que es segura y que se le ha incorporado un sistema de control con normas occidentales. Una disputa diplomática a gran escala surgió de un intercambio verbal entre Haider y el primer ministro checo, Milos Zeman, un socialdemócrata: Haider llamó “post comunista” a Zeman y el líder checo respondió con un “político pro nazi” y “una política de Chernobyl”. Los comentaristas dicen que la disputa aumentó la popularidad de Haider. En una entrevista, dijo que aceptaría la posibilidad de ser canciller “si la gente lo desea”.