EL MUNDO › 13 MUERTOS EN UN MEGAOPERATIVO DEL EJERCITO
Medellín, ciudad sangrienta
La ciudad de Medellín vivió ayer una lucha encarnizada cuando el Ejército ingresó a la Comuna 13, zona marginal al oeste, en el marco de un operativo de allanamientos para decomisar armas y desalojar a los grupos de guerrilleros y paramilitares que buscan el control de la zona. Los primeros balances dieron un saldo de 13 muertos, tres militares y 10 guerrilleros y una veintena de heridos civiles, y la operación promete muchas más víctimas. En tanto un informe de Amnistía Internacional sobre Colombia denunció una “alianza institucional” entre el Ejército y los paramilitares de ultraderecha. El gobierno calificó de “inadmisible” el informe, que denuncia además que las medidas anunciadas por el gobierno “amenazan con hundir al país en una emergencia humanitaria”.
La Comuna 13 agrupa 20 barrios, con 126.000 habitantes, que desde hace meses son testigos de la guerra que libran el frente José María Alzate de las Autodefensas paramilitares de Magdalena Medio y una alianza entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los Comandos Armados del Pueblo. A pedido del Ejecutivo, más de un millar de efectivos, con el apoyo de la Policía Secreta (DAS) y de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), ingresaron ayer a la Comuna 13 en medio de una recepción con tiroteos. Los pobladores pidieron que se suspendieran los operativos ante el temor de caer en medio del fuego cruzado. “Estamos recibiendo los impactos de las ametralladoras. Los disparos salen de los helicópteros y caen sobre nuestros techos. Es espantoso. Esto parece Vietnam”, relató angustiada una mujer.
Las autoridades militares informaron que entre los diez milicianos muertos se encuentra “alias Mazo”, cabecilla de los “Comandos Armados del Pueblo”’, como se denominan los grupos guerrilleros que actúan en los sectores periféricos de Medellín. El general Mario Montoya, comandante del Ejército en la zona, dijo que las tanquetas de la policía y el helicóptero artillado de la FAC fueron atacados con granadas de 40 milímetros, disparadas con lanzadores múltiples, una de las cuales hirió al oficial de la policía. La operación continuará hasta completar al menos 100 allanamientos.
En tanto Marcelo Pollack, investigador de Amnistía Internacional señaló en su informe para Colombia que “el vínculo entre las Fuerzas Armadas y los paramilitares es una relación institucional. Hacemos un llamamiento al gobierno colombiano para que reconozca este vínculo y que haga todo lo posible para romper esta relación”. La denuncia está en un informe presentado ayer en Madrid, basada en investigaciones tanto de AI, como de las Naciones Unidas y de la OEA. Pollack criticó las medidas del gobierno de Alvaro Uribe, especialmente “la creación de una red de un millón de informantes civiles y 100.000 soldados campesinos para dar apoyo a las Fuerzas Armadas”.