En plena crisis mundial, los brasileños ven con muy buenos ojos al presidente estadounidense, Barack Obama, y a su propio mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, quien superó todos los records de popularidad, revela una encuesta del instituto Sensus divulgada ayer. “El 76,6 por ciento de los brasileños cree que la presidencia de Obama será positiva para el mundo, y 72,8 por ciento que lo será para Brasil”, señala la tradicional encuesta encomendada por la Confederación Nacional del Transporte. Y el presidente brasileño superó todas las marcas históricas de popularidad en la misma encuesta, con 84 por ciento, incluso por encima de cuando asumió el poder en enero de 2003 (con 83,6 de popularidad). Su gobierno también continúa en alza, con una popularidad histórica de 72,5%. La creciente popularidad de Lula, que está en la mitad de su segundo mandato, había sido atribuida hasta ahora especialmente a sus programas sociales y al crecimiento económico en el país.