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Desafío por desafío
“Si nos obligan a convocar a elecciones, las ganaremos y el Likud seguirá gobernando”, le respondió el primer ministro Ariel Sharon al presidente del Partido Laborista y ministro de Defensa, Benjamin Ben Eliezer, cuando éste dijo ayer que la coalición que gobierna a Israel -conformada por el Likud y el Partido Laborista– se disolverá pronto y habrá que renovar la composición del Parlamento. La crisis se agudizó cuando los laboristas resolvieron votar anteayer en contra del presupuesto para el 2003 que se tratará mañana en el Parlamento. El laborismo no se opone a todo el proyecto sino a los fondos gubernamentales para asentamientos judíos en territorios autónomos palestinos. Este no es un tema menor si se considera que el plan de paz presentado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU para solucionar el conflicto con los palestinos incluye límites al crecimiento de las colonias israelíes. Sharon declaró que aceptaría este plan, pero afirmó que su país necesita el “crecimiento natural de las colonias” en Cisjordania y la franja de Gaza. Mientras, el ex jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, general Shaul Mofaz, aceptó ocupar la cartera de Defensa en caso de que Ben Eliezer se vaya.