EL MUNDO
Un minuto de silencio por la economía estadounidense
El índice de confianza de los consumidores estadounidenses cayó a su nivel más bajo desde 1993, un signo de que la recesión se va a profundizar. La nueva marca ocurre a pocos días de las elecciones legislativas del 5.
A seis días de celebrarse los comicios legislativos en Estados Unidos, la economía está peor que nunca: el índice de confianza del consumidor se desplomó con 79,4 puntos en octubre, el nivel más bajo desde 1993, lo que refleja el pesimismo sobre la recuperación de la economía, sin que eso favorezca decisivamente por ahora a una oposición demócrata que falló en poner énfasis en la economía. Tras la noticia, los mercados bursátiles operaron con irregularidad: el índice Dow Jones de Industriales, principal indicador de la Bolsa de Wall Street, cerró en alza del 0,05 por ciento a 8372,27 puntos, pero el índice compuesto de la bolsa electrónica Nasdaq perdió un 1,16 por ciento a 1300,62 puntos. Además, los valores de Europa, Asia y Oceanía cerraron en bajas generalizadas.
El índice de confianza de los consumidores que publica la firma The Conference Board bajó a 79,4 en octubre, comparado con los 93,7 puntos de septiembre, lo que indica que los consumidores están menos dispuestos a gastar en un país en donde dos terceras partes de la economía se basa en el consumo. Según los analistas, el gran motivo de la desconfianza de los consumidores es el deterioro del mercado laboral y la creencia de que esta economía tan debilitada no puede crear nuevos empleos. La baja confianza de los consumidores estadounidenses precipitó hacia abajo a firmas de servicios financieros como Citigroup, la primera empresa emisora de tarjetas de crédito, cuyas acciones bajaban 0,50 dólares a 35,80 dólares por título. Los títulos del Tesoro a 10 años subían de precio, y su rentabilidad, que se mueve en sentido inverso, bajaba hasta el 3,93 por ciento frente al 4,08 por ciento con que había cerrado anteayer. También afectaba a los valores de empresas minoristas como la cadena de grandes almacenes Wal-Mart, que retrocedió 0,38 dólares a 55,69 dólares por acción, así como la cadena de tiendas de ropa JC Penney, que caía 0,18 dólares a 19,29 dólares por título. Al mismo tiempo, las Bolsas europeas sufrieron bajas en sus indicadores: la Bolsa londinense cerró con menos 3,7 por ciento; Bloomberg European 500 con 3,8 por ciento en baja y el índice DAX de la Bolsa de Francfort se desplomó más de un 5 por ciento, luego de que se supiera de la fuerte pérdida de confianza de los consumidores estadounidenses.
El conocimiento de esta variable económica, que se suma a la tormenta sufrida este año por los escándalos en los libros contables de las empresas, empezando por el gigante de Enron, puede representar un traspié en la campaña de los republicanos, que han puesto énfasis en los temas militares, de terrorismo y de seguridad nacional –y específicamente la guerra contra Irak–. Por el contrario, podrían favorecerse los demócratas, cuyos temas de batalla son los económicos y sociales. “Este año, los demócratas sienten que tienen una ocasión de fortalecerse”, señaló el analista David Broder. En este sentido, los demócratas creen que pueden quedarse con el control de la Cámara de Representantes, que actualmente es mayoría republicana. En los comicios se renovará la totalidad de la Cámara baja y un tercio del Senado. Pero al menos en un caso las cosas no están yendo en favor de Bush: la muerte accidental del senador demócrata Paul Wellstone parece estar agregando y no restando votos a su partido, que está por decidir que el ex vicepresidente Walter Mondale asuma la campaña de Wellstone para derrotar al desafiante republicano de derecha Norm Coleman. Ayer en la Casa Blanca hubo un minuto de silencio presidido por George W. Bush en memoria de Wellstone.
Ambos republicanos y los demócratas batallarán el 5 de noviembre por la gobernación de 36 estados, un cargo que sirvió a muchos políticos para llegar a la Casa Blanca. Los demócratas esperan recuperar cierto número de estados –los republicanos tienen actualmente una mayoría de 32 gobernadores sobre 50– en los comicios.