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El presidente de Turquía, Ahmet Necdet Sezer, nombró ayer como nuevo primer ministro a Abdullah Gul (foto), poniendo fin a casi dos semanas de especulación sobre quién estaría al frente del nuevo gobierno, en manos del Partido Justicia y Desarrollo. No fue el turno del carismático Recep Tayyip Erdogan, señalado el gestor de la victoria del partido en las elecciones del 3 de noviembre, quien es el principal ideólogo tanto de la administración partidaria como del programa político del nuevo gobierno. Pero el hecho de que Gul haya sido llamado a formar gobierno en lugar de Erdogan es consecuencia de que éste tiene prohibido postularse a las elecciones por norma constitucional, pues tiene una condena de 1997 por incitación al odio religioso. El economista llamado a liderar el gobierno fue difamado por los medios de premier “a control remoto” comandado por Erdogan e interrogado en qué resultará el trabajo del dúo codo a codo. Gul se ha defendido señalando que son personas “maduras” y “ninguno está comprometido en cálculos mezquinos”. Ambos aprovechan cada oportunidad que tienen para distanciarse de las raíces islámicas radicalizadas del partido. Después de todo, luego de dos años de frágiles gobiernos de coalición, los electores turcos le otorgaron el poder a un solo partido y ahora esperan ver si el nuevo dúo Gul-Erdogan puede cumplir lo prometido.