Martes, 20 de octubre de 2009 | Hoy
EL MUNDO › SEGúN EL CóMPUTO QUE HIZO UN ORGANISMO DE CONTROL DEPENDIENTE DE LA ONU EN AFGANISTáN
La Comisión de Reclamaciones Electorales (ECC) denunció que las papeletas de 210 colegios electorales son fraudulentas y deberían ser anuladas. La presión internacional comenzó a hacerse sentir.
Por Julius Cavendish *
Desde Kabul
Un organismo de control dependiente de la ONU afirmó ayer que casi 1,3 millón de votos emitidos en las elecciones presidenciales afganas del pasado 20 de agosto fueron fraudulentos. El informe invalida de esta manera casi un tercio de los sufragios que el mandatario Hamid Karzai se atribuyó en un primer momento, por lo que, de acuerdo con los nuevos cálculos, el presidente afgano no habría ganado en primera vuelta como clamó desde un principio. La presión internacional para que haya un ballottage ya comenzó a hacerse sentir.
La Comisión de Reclamaciones Electorales (ECC) publicó el documento en cuestión en el que denuncia que las papeletas de 210 colegios electorales son fraudulentas y, por lo tanto, deberían ser anuladas. Un funcionario estadounidense encargado de supervisar los comicios aseguró ayer que, de acuerdo con las nuevas cifras, la cantidad de votos a favor de Karzai caería del actual 54 por ciento reivindicado por el gobierno a tan sólo un 48 por ciento, lo que situaría el caudal electoral por debajo del umbral necesario para ganar en la primera vuelta (más del 50 por ciento). La organización Democracia Internacional, por su parte, estimó que cerca de 995.000 de los 3,1 millones de votos a favor de Karzai serían anulados a partir de estas denuncias.
La atención, ahora, se enfocará en la Comisión Electoral Independiente (CEI), que, aunque está constitucionalmente obligada a obedecer los dictámenes de la ECC, adscripta a la ONU, es considerada como favorable a Karzai. La CEI, a diferencia de la ECC, está compuesta exclusivamente por afganos designados por el Ejecutivo local y, como tal, está sospechada de parcialidad a favor de Karzai desde el inicio de los comicios. La CEI, sin dudas bajo las órdenes de Karzai, está tratando de ganar tiempo: inicialmente negó haber recibido el informe. Ayer anunció que espera poder brindar una respuesta mañana.
Lo cierto es que, a estas alturas, cualquier demora vale oro para Karzai, ya que las posibilidades reales de realizar una eventual segunda vuelta existen tan sólo hasta que la nieve corte las comunicaciones remotas en noviembre.
El domingo, el jefe de Gabinete de Barack Obama, Rahm Emanuel, aumentó la presión sobre Karzai. En una entrevista con la CNN, Emanuel expresó dudas acerca de la conveniencia de elevar el número de tropas de su país dada la posible ilegitimidad del actual gobierno. “Sea cual fuere el camino elegido para resolver esta situación, debería desembocar en un gobierno legítimo y creíble para los afganos”, afirmó. “Sería irresponsable tomar una decisión sobre el número de soldados sin haber efectuado un análisis para saber si realmente hay un socio afgano dispuesto a ocupar el espacio que dejarían las tropas estadounidenses”, remarcó.
Mientras tanto, el senador John Kerry visitó ayer nuevamente Kabul para instar al presidente Karzai a que acepte los resultados. El canciller francés, Bernard Kouchner, también estuvo en la capital afgana durante el fin de semana para exigir una rápida resolución al conflicto.
Pero Karzai resiste: según afirma, es la interferencia extranjera, y no los votos fraudulentos, la que lo despoja de su victoria. “La oficina de campaña de Hamid Karzai critica la fórmula de tratar con votos sospechosos”, señaló ayer Mohammad Moin Marastyal, asistente de campaña del presidente.
Un funcionario occidental afirmó que el temor, en un comienzo, fue que la CEI –la comisión que maneja Karzai– rechazase de plano las investigaciones, pero que ahora parecía mostrar una posición más flexible. Sin embargo, Fezel Sancharaki, un vocero del rival presidencial Abdullah Abdullah, denunció ayer que Karzai estaba presionando a la CEI para que descartara las denuncias de fraudes.
El responsable de la misión de la ONU en Afganistán, Kai Eide, continuó ayer reuniéndose con los principales candidatos “recordándoles su responsabilidad en cuanto a respetar las conclusiones de la ECC y cumplir fielmente con la Constitución del país”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère
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