El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, encabeza la lista de personalidades con mayor influencia en el mundo, según la revista estadounidense Time. Su par norteamericano Barack Obama aparece en el cuarto lugar en ese ranking anual, seguido por Ron Bloom, el “zar” de la Casa Blanca para la reorganización del sector automotor.

La revista divide este año su clasificación en cuatro categorías y Lula encabeza la nómina dentro del apartado “líderes”. El mandatario de Brasil queda por delante de J.T. Wang, el presidente del coloso taiwanés de la computación Acer, y del almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor conjunto de las fuerzas armadas de Estados Unidos.

Al justificar su decisión de poner a Da Silva primero entre las personalidades más influyentes, Time publica un comentario del cineasta Michael Moore. “Lo que Lula quiere para Brasil es lo que nosotros solíamos llamar el sueño americano”, escribe. El director de Bowling for Columbine asegura que el presidente brasileño puede dar lecciones a Estados Unidos y señala una paradoja: “mientras Lula trabaja para acabar con las desigualdades sociales y la pobreza, acercando a su país al Primer Mundo, Estados Unidos enfrenta una situación de concentración de la renta cada vez mayor y se parece cada vez más al Tercer Mundo”.

Moore destaca el ascenso de Lula de líder sindical a presidente del gigante sudamericano. Recuerda que el mandatario, hoy de 64 años, “era un hijo genuino de la clase trabajadora latinoamericana” cuando fue electo en 2002. “Para el momento en que finalmente ganó la presidencia, después de tres intentos fallidos –continúa Moore–, Lula ya era una figura familiar en la vida nacional brasileña.”

El reconocido documentalista enumera las dificultades que el ex tornero mecánico y luego sindicalista atravesara hasta ser el referente del Partido de los Trabajadores y actual mandatario. “¿Pero qué lo llevó a la política en primer lugar? ¿Fue su conocimiento en primera persona de qué duro tienen que trabajar los brasileños para ganarse la vida? ¿Verse forzado a abandonar la escuela en el quinto grado para sostener a su familia? ¿Haber trabajado como lustrabotas? ¿Perder parte de un dedo en un accidente de fábrica?”, se pregunta. Y Moore se responde: “No. Fue a los 25 años, cuando miró a su esposa, María, morir durante el octavo mes de su embarazo, junto a su bebé, porque ellos no podían costearse una atención médica decente”.

Moore, autor del documental American Psycho, en donde realiza una feroz crítica al sistema de salud de los Estados Unidos, señala: “La política de gobierno de Brasil envía un mensaje a los millonarios del mundo: dejen que la gente tenga acceso a la cobertura médica, y les causarán muchos menos problemas”.

Lula ya había sido nombrado personalidad de 2009 por los diarios europeos Le Monde (Francia) y El País (España), mientras que el Financial Times (Gran Bretaña) lo incluyó entre los 50 dirigentes más relevantes de la década.

Entre los hombres que más influyeron en los destinos del mundo, la revista señala al jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el almirante Mike Mullen, y a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi. El semanario explica que “no se trata de la influencia del poder, sino del poder de la influencia”. Incluye, por ejemplo, en su peculiar lista a la ex candidata republicana a vicepresidente de Estados Unidos, Sarah Palin, hoy con mejor aprobación que su compañero de fórmula, John McCain.

En la categoría “pensadores”, Time incluye entre otros a Tim Westergren, fundador de la radio en Internet Pandora; Steve Jobs, cofundador de Apple, y distingue nuevamente a Brasil, incluyendo al político y arquitecto Jaime Lerner y al ex presidente de la Reserva Federal y ahora asesor de Obama en materia económica, Paul Volker.

Entre los artistas menciona a Prince, a la actriz Sandra Bullock, al director de cine James Cameron y al director de orquesta ruso Valery Gergieval, además del diseñador Marc Jacobs. Por último, la revista incluye al ex presidente Bill Clinton en el rubro “Héroes”, al líder de la oposición iraní Mir-Hossein Mousavi, y la tenista Serena Williams.