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La candidata lulista Dilma Rousseff está de gira en Europa y ayer se reunió con el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero (foto). Conversaron animadamente durante más de una hora y media en el Palacio de la Moncloa y no dejaron tema por discutir: crisis económica internacional, la experiencia latinoamericana, la experiencia europea, el plan de ajuste de Zapatero y las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur para sellar un Tratado de Libre Comercio (TLC). Ninguno de los dos quiso hablar ante las cámaras, pero los medios locales aseguraron que fue un encuentro lleno de coincidencias.

Gran parte de la agenda se la llevó la crisis económica y los pasos que Europa, y especialmente España, están tomando para superarla. Zapatero le explicó su reforma laboral y las iniciativas dirigidas a reducir el déficit fiscal y, por su parte, Rousseff le preguntó por las medidas discutidas el jueves en Bruselas en la reunión del Consejo Europeo. Las autoridades del bloque quieren obligar a todos los países miembros a publicar las pruebas de solvencia a las que son sometidos sus bancos, como una herramienta para evitar futuros fraudes y derrumbes financieros masivos, como el que se está viviendo en el continente europeo desde el año pasado, a partir de la explosión de la crisis griega.

En clave comercial, los dos dirigentes se felicitaron por la reapertura de las negociaciones entre la UE y el Mercosur para alcanzar un TLC. Según un comunicado difundido por el gobierno español, los dos líderes políticos coincidieron en que la firma de un acuerdo de ese estilo implicaría un punto de inflexión en la relación entre los dos bloques regionales. Las negociaciones estaban bloqueadas desde 2004 por diferencias sobre el tratamiento que debían recibir los productos más sensibles para los mercados internos sudamericanos.

A tres meses y medio de las elecciones presidenciales y con un empate técnico en las encuestas con el candidato opositor, José Serra, Rousseff partió esta semana hacia Europa para su primera gira internacional como la candidata oficial para suceder a Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los presidentes latinoamericanos más populares en el Viejo Continente. Ya visitó al mandatario francés Nicolas Sarkozy, a su par de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y hoy seguirá camino hacia Lisboa para reunirse con el primer ministro portugués, el socialista José Socrates.