El ministro paraguayo de Defensa, Luis Bareiro Spaini (foto), puso ayer su cargo a disposición del presidente Fernando Lugo. Cuatro días atrás, la Cámara de Diputados decidió abrirle un juicio político por negarse a comparecer el miércoles pasado para dar detalles sobre un reciente robo de tres fusiles de la sede del Comando del Ejército. El ministro de Información, Augusto Dos Santos, confirmó la decisión de Bareiro y adelantó que el mandatario deberá decidir en los próximos días si la acepta. “Tengo certeza, convicción y entusiasmo por haber participado, mediante una colaboración correcta, eficaz, honesta y solidaria, en la administración gubernativa iniciada el 15 de agosto de 2008”, dijo en su carta el titular de Defensa. El enjuiciamiento político de Bareiro pasó al Senado mientras el funcionario denuncia que el proceso en su contra es un acto de persecución de un Congreso con mayoría opositora. El ministro ya había sido cuestionado por permitir, en mayo de 2009, que se realizara una reunión de jóvenes sudamericanos de izquierda en la sede del Comando de Ingeniería de las Fuerzas Armadas. En marzo de este año, recibió críticas después de calificar de “primeriza” a la embajadora de Estados Unidos en Asunción y acusarla de injerencia en asuntos internos.