“Estuvieron a punto de matarlos”, dijo el mediador de los dos españoles que fueron ayer liberados después de casi nueve meses de secuestro en Mauritania en poder de Al Qaida del Magreb Islámico. “Creímos que era una causa perdida”, prosiguió Mustafá Chafi, mediador de los cooperantes citado por el diario El País.

“Albert Vilalta y Roque Pasqual están libres”, dijo ayer el jefe de Estado español, José Luis Rodríguez Zapatero, en conferencia de prensa en el Palacio de La Moncloa, apenas unos minutos después de que su Ejecutivo confirmara que ambos rehenes estaban ya “en manos seguras”. Agregó Zapatero: “Han sido casi nueve meses de sufrimiento para ellos y sus familias. Fueron 268 días de preocupación y ocupación del gobierno, que ha multiplicado su actividad política, diplomática y de los servicios de inteligencia para lograr su liberación”.

La liberación de Albert Vilalta y Roque Pasqual, miembros de la organización no gubernamental catalana Barcelona Acción Solidaria, fue anunciada ayer por la tarde por la cadena de televisión árabe Al Arabiya, pero el Ejecutivo español se negó a confirmar su puesta en libertad debido a la “peligrosidad” de la operación de traslado.

Los dos rehenes fueron entregados por sus captores en algún punto en el norte de Mali al mediador Mustafá Chafi, consejero del presidente de Burkina Faso, con quien se dirigieron hacia la frontera de este país, donde un helicóptero los esperaba para trasladarlos a la capital, Uagadugú, según fuentes de la negociación citadas por la prensa española.

Una vez cruzada la frontera, Chafi comunicó al gobierno español que “todo había salido bien” y fue entonces que se confirmó la noticia de la liberación. Un avión Falcon del ejército español, que viajó hacia Burkina Faso con las esposas de los dos cooperantes y la secretaria de Cooperación Internacional española, Soraya Rodríguez, los esperaba allí para llevarlos de regreso a Barcelona.

Albert Vilalta y Roque Pasqual fueron secuestrados por Al Qaida del Magreb Islámico el 29 de noviembre de 2009, cuando participaban de una “Caravana Solidaria” que repartía ayuda humanitaria en Mauritania. Junto con ellos fue secuestrada también Alicia Gámez, a quien los captores dejaron en libertad el pasado 10 de marzo supuestamente por motivos de salud y luego de que ésta se convirtiera al Islam, mientras el gobierno negó el pago de un supuesto rescate.

Zapatero señaló que con la liberación de los dos cooperantes españoles, después de la puesta en libertad de Gámez, “se pone punto final a una acción terrorista que nunca debió producirse”. Además, el presidente del gobierno destacó la “cooperación de los gobiernos de la zona donde se produjo el secuestro”, en referencia a Mauritania, país donde fueron capturados los tres cooperantes; Mali, lugar al que fueron trasladados, y Burkina Faso, que ofició de mediador.