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La ex rehén colombiana Clara Rojas desmintió ayer haber pedido permiso a la guerrilla de las FARC para tener a su hijo Emmanuel, como lo asegura su compañera de cautiverio Ingrid Betancourt en su libro No hay silencio que no termine, que hoy sale a la venta. Rojas, quien aspiró a la vicepresidencia junto a la candidata colombo-francesa en 2002 y ambas fueron secuestradas, dijo que la ex candidata le envió un correo electrónico pidiéndole disculpas por el titular de prensa en el que se aseguraba esto.

“Cómo se atreve a asegurar algo sin tener una prueba. Me gustaría tenerla enfrente para que me muestre esas pruebas. Lo que ella ha hecho es infame”, sostuvo Rojas en entrevista con la emisora W Radio. La política colombiana pidió a Betancourt demostrar con evidencias que sabe quién es el padre de su hijo Emmanuel y aseguró que en el libro “Ingrid no está diciendo la verdad”.

Además insistió en que no es verdad que le hubiera entregado una carta al integrante del secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Joaquín Gímezno, pidiéndoles permiso para ser madre. Según partes del texto, divulgado por la prensa colombiana este fin de semana, en el escrito Rojas “habló de su reloj biológico y argumentó que no le quedaba mucho tiempo para convertirse en madre”. A juicio de la ex rehén, Betancourt “no ha sido clara” y “no ha dicho las cosas como son”.

“Me duele por ella, pidió rezar para que esto llegue a su punto final. Tres años después de estar libres no ha sido capaz de llamarme. ¿Por qué no me llama para preguntarme sobre sus dudas?”, afirmó. Rojas igualmente contó que en una oportunidad Betancourt le recomendó entregarle su hijo a las FARC y consideró que este tipo de hechos también debió narrarlos en su libro la política franco-colombiana. La ex secuestrada también manifestó que le gustaría que Betancourt hiciera un “esfuerzo por ser feliz” al considerar que “lo tiene todo”.