Siete rehenes resultaron ayer muertos y, al menos, hubo trece heridos en una iglesia de Bagdad. Un grupo de hombres armados los había secuestrado horas antes. Antes de que las fuerzas de seguridad iraquíes entraran en el templo, los integrantes del grupo Estado Islámico de Irak ya habían dejado en libertad a 19 monjas. Hubo un ataque también a la Bolsa de Valores de la capital iraquí, en el que fallecieron dos personas.

“Hemos liberado a los rehenes, pero lamentablemente han muerto siete de ellos y otros 20 resultaron heridos”, dijo a la prensa un responsable del Ministerio del Interior iraquí. Una fuente del Ministerio de Defensa confirmó el número de víctimas fatales pero redujo la cifra de heridos a trece. Miembros del grupo Estado Islámico de Irak habían ocupado una iglesia católica siria en el centro de la capital iraquí, cuando se encontraban cerca de 40 fieles en el templo. Los testigos relataron que el asalto a la iglesia Sayedat al Nayah, en Al Karrada, ocurrió mientras se oficiaba la misa dominical. Según contaron, el ruido de los disparos se dispersó por todo el barrio, habitado por población chiíta y cristiana. El 1º de agosto de 2004, esta iglesia y otros cinco lugares de culto cristiano ya habían sido blanco de ataques, que dejaron muertos y heridos.

A cambio de la liberación de los rehenes, los atacantes exigían la liberación de algunos de sus compañeros presos en Irak y en Egipto. Los extremistas, que serían aliados de la red Al Qaida, habían amenazado con matar a las personas que tenían secuestradas, si la policía intentaba entrar.