Lunes, 1 de noviembre de 2010 | Hoy
EL MUNDO › EL ELECTORADO CASTIGARíA A OBAMA
Por Stephen Foley *
Desde Washington
Los estadounidenses irán mañana a las urnas. Con la peor situación del empleo en años y con las heridas sin cerrar de la peor crisis crediticia y la posterior recesión como telón de fondo, el Partido Demócrata del presidente Barack Obama se prepara para recibir su castigo por no haber logrado mejorar la economía norteamericana.
Detrás de las carreras individuales y del surgimiento del movimiento ultraderechista Tea Party, que dio nuevas energías a los votantes republicanos, subyace el fracaso del compromiso con Wall Street y de los programas de estímulo económico. A esto se le agrega la lacerante percepción de que Estados Unidos podría estar perdiendo su liderazgo económico en el mundo. Al mismo tiempo, los sondeos indican una profunda incomprensión de las medidas que la administración Obama y el Congreso con mayoría demócrata vinieron tomando desde las elecciones de hace dos años. Esa incomprensión por la que, una y otra vez, el mandatario dijo sentirse frustrado. En privado, los líderes demócratas reconocieron que tienen pocas chances de mantener su ventaja en la Cámara de Representantes y, por eso, ahora se están concentrando en una carrera apretada para seguir con el control del Senado, que también puede quedar en manos de los republicanos.
En los últimos tres meses, la economía estadounidense tuvo un crecimiento anémico del 2 por ciento, que no impactó en la tasa de desempleo, que se espera que se mantenga cerca del 10 por ciento cuando el viernes se dé a conocer el informe de octubre. Sumado a esto, están aquellos que trabajan menos horas de las que quisieran, los llamados subempleados, que llegan al 17 por ciento.
La “Gran Recesión” terminó oficialmente en junio de 2009, después de 18 meses, pero sus efectos todavía se sienten en el presente. Para millones de personas, las cosas cada vez se ponen peor. “La inseguridad en el trabajo y en el empleo han estado con nosotros por más de dos años”, afirmó el economista John Lonski. “Han disminuido las oportunidades de trabajo, se percibe un mayor riesgo de perder el puesto laboral y la gente despedida que conozco recibe ofertas salariales inferiores a las que tenía en su anterior trabajo”, agregó.
El problema de fondo es que hay demasiada gente capacitada sin empleo y con pocas posibilidades de recuperarlo. La imposibilidad de acelerar el crecimiento del empleo dejó a los demócratas y a la administración Obama con el argumento correcto pero poco satisfactorio de que la situación podría haber sido mucho peor, si no se hubieran tomado los esfuerzos que se tomaron. Durante la campaña, el mandatario empleó la metáfora de un auto conducido hacia una zanja por los republicanos, que se mantuvieron en el costado criticando el trabajo que se hacía para sacarlo, en vez de sumarse a los intentos.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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