El Parlamento venezolano aprobó la primera ley que busca delinear el poder popular” para crear comunas y fomentar el llamado Socialismo del Siglo XXI. Los críticos del proyecto del presidente Hugo Chávez alertan sobre la formación de un Estado paralelo.

La Ley del poder popular fue aprobada sólo un mes antes de la entrada en funciones del nuevo Parlamento, en el que por primera vez en cinco años el oficialismo no tendrá la mayoría aplastante de la que disfrutó durante este período después de que la oposición se retiró de los comicios de 2005.

La nueva norma, que está vinculada con otras cuatro leyes similares que serán discutidas durante estos días en el Legislativo saliente, fomenta la democracia “participativa” y establece “la constitución de formas de autogobierno comunitarias y comunales, para el ejercicio directo del poder” de una sociedad socialista.

Además de esta suerte de ley marco del poder popular, las otras leyes que buscan secundarla son la de Contraloría Social, de Planificación Pública y Popular, del Sistema Económico Comunal y de Comunas.

Los detractores del proyecto afirman que esta legislación busca restar poder a las alcaldías, las gobernaciones y al Parlamento. “Se está montando un poder paralelo y, desde ahí, de alguna manera lo que se puede hacer es tratar de quitarle peso a la nueva Asamblea diciendo que se van a consultar las leyes con el pueblo”, dijo el analista político Ricardo Sucre, de la Universidad Central de Venezuela. A partir de enero, la oposición estará presente en el Legislativo, luego de que en septiembre último lograra quebrar la mayoría calificada del oficialismo con 67 de los 165 escaños.

El sistema que propugna la Ley de Comunas ha sido fuertemente resistido por alcaldes y gobernadores de la oposición, al considerar que excluye a los ciudadanos que no sean partidarios del chavismo.

Por el contrario, el gobierno señala que estas leyes buscan fortalecer la organización y la participación ciudadanas. Uno de los proyectos de ley más emblemáticos es el de comunas. Según éste, “la comuna es una entidad local socialista, constituida por iniciativa soberana del pueblo organizado, donde y a partir de la cual se edifica la sociedad socialista”. Cada comuna recibirá recursos del Estado, contará con un Parlamento Comunal y una Carta que garantizará “la primacía del interés colectivo sobre el interés particular”.

La organización comunal es una larga ambición de Chávez, que en 2007 la incluyó dentro de una propuesta de reforma constitucional que fue rechazada en referendo. “El pueblo es el depositario de la soberanía y la ejerce a través del poder popular, que no nace del sufragio (...) sino que se expresa en comunidades, comunas y autogobierno de las ciudades”, definió por entonces Chávez.

Todas las leyes tienen el mismo espíritu. La del Sistema Económico Comunal, por ejemplo, busca establecer un sistema basado en la “propiedad social”. Las empresas comunales, que se crearán al amparo de estas leyes, coexistirán junto al “modelo capitalista”, señala el diputado Murga, “hasta que la madurez de la sociedad vaya extinguiendo esas formas capitalistas”. “El esquema de producción capitalista no se eliminará de un plumazo”, afirmó.