El presidente Felipe Calderón promulgó ayer una ley sobre refugiados. La flamante norma prevé el asilo de las personas que vienen huyendo de sus países y pone a México a la altura de los compromisos internacionales. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) aplaudió la decisión del gobierno mexicano.

“Nos ponemos a la vanguardia por los derechos humanos, por el derecho internacional de los refugiados”, celebró ayer el mandatario, al momento de rubricar la Ley sobre Refugiados y Protección Complementaria. La sanción de esa legislación era una vieja deuda que el país azteca tenía a nivel internacional. “Estamos generando un marco jurídico que da certeza a los procesos que deben seguir quienes buscan asilo en el país y que protege especialmente a los grupos más vulnerables”, se alegró Calderón.

Según el Acnur, existen alrededor de 50 millones de refugiados en el mundo, de los cuales unos diez millones son niños. De acuerdo a lo que Calderón dijo ayer, unos diez millones de los desplazados viven al amparo de naciones generosas. “México es un país abierto al mundo y debe seguir siéndolo, un país incluyente y solidario, un país que ha tenido siempre abiertas las puertas para quienes necesitan protección”, agregó. Hasta el 2010 se calcularon 1226 refugiados en México.

Con la nueva ley podrán pedir asilo en México aquellos que sean perseguidos por su raza, religión, por su pertenencia a un determinado grupo social, por su género o por profesar determinado credo. La norma admite la posibilidad de reconocer como refugiados a quienes no llegaron al país en esa calidad, pero que, ante cambios radicales en su lugar de origen, no tendrían posibilidad de regresar allí. Además, la legislación asegura la confidencialidad para quienes sean solicitantes de asilo. Más importante aún, la ley le reconoce derechos fundamentales a los refugiados, como el trabajo, el acceso a la salud y a la educación.

“Agradezco al Congreso que, con toda responsabilidad y sentido humanista, aprobó esta legislación que da muestra de que trabajaron unidos por un objetivo común y, con ello, México reafirma su compromiso con la solidaridad internacional”, concluyó el presidente mexicano. El político del Partido de Acción Nacional (PAN) recordó que esa solidaridad fue ejercitada por México con los refugiados de la Guerra Civil española, de la Segunda Guerra Mundial, de las dictaduras latinoamericanas, de los conflictos armados en Centroamérica así como a los sobrevivientes del terremoto en Haití.

Desde el Acnur saludaron la iniciativa de Los Pinos (sede del gobierno mexicano). “Las autoridades tienen toda la predisposición para que esta ley se cumpla. Si hay algún problema, no va a venir de parte de las autoridades”, reconoció a Página/12 Fernando Protti Alvarado, representante del Acnur en México. Según el funcionario, los refugiados sufren frecuentemente la discriminación por motivos raciales en ese país latinoamericano. Pero las perspectivas de cambio son alentadoras. “Se abre una oportunidad para la integración”, festejó Protti Alvarado.

Informe: Luciana Bertoia