El gobierno uruguayo decidió postergar la presentación de un proyecto que sube los impuestos a grandes superficies de tierras para destinar esos fondos a la financiación de obras de vialidad. El secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, informó que la iniciativa, impulsada por el presidente, José Mujica, será tratada en los próximos días en una reunión del gabinete productivo, tras discutirse ayer en la sesión del Consejo de Ministros, encabezada por el mandatario. Según Breccia, aún continúan las diferencias entre la propuesta de Mujica y la visión del vicepresidente, Danilo Astori, quienes se reunieron días atrás para consensuar una iniciativa y evitar la presentación de dos proyectos diferentes.

La iniciativa de Mujica busca aumentar la tributación según la superficie y prevé un gravamen de ocho dólares por hectárea para los propietarios que concentren entre 2 mil y 5 mil hectáreas, de 12 entre 5 mil y 10 mil y de 16 para los que superen las 10 mil hectáreas. Mujica espera recaudar, de esta forma, unos 60 millones de dólares al año para obras de vialidad. Sin embargo, la fórmula generó divergencias en el Frente Amplio (FA), la coalición de gobierno, puesto que Astori busca recursos en función de la capacidad contributiva de los productores y de ese modo evitar que algunos sectores se perjudiquen más que otros, como sería el caso de la ganadería más pobre. Fuentes legislativas del Frente Amplio aseguraron que “se tomará como base el proyecto del presidente”.

Hace tres semanas, el jefe de Estado hizo pública su idea de aplicar un impuesto a los grandes terratenientes, con lo que generó el primer enfrentamiento con su ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, quien no había sido consultado y no estaba de acuerdo con la medida. Incluso se llegó a especular con la posible renuncia del ministro, pero tras un encuentro privado entre Mujica y Aguerre la situación se solucionó y las cosas volvieron a la normalidad.