EL MUNDO › POR EL LANZAMIENTO FALLIDO DE UN MISIL DE LARGO ALCANCE

Suspenden ayuda a Norcorea

El Departamento de Estado estadounidense consideró que, tras las reiteradas peticiones para que renunciara al lanzamiento, la acción de Corea del Norte es “suficiente para romper el acuerdo” de ayuda alimentaria.

El gobierno de Estados Unidos canceló ayer el acuerdo alcanzado en febrero para proporcionar ayuda alimentaria a Corea del Norte y vigilará los próximos pasos de ese país, después del lanzamiento fallido de un cohete de largo alcance. El Departamento de Estado estadounidense consideró que, tras las reiteradas peticiones para que renunciara al lanzamiento, la acción de Corea del Norte es “suficiente para romper el acuerdo” de ayuda alimentaria, dijo el portavoz Mark Toner, en su rueda de prensa diaria.

Aunque Corea del Norte admitió ayer el fracaso de su misión para poner en órbita un satélite con un cohete de largo alcance, que fue lanzado a las 22.39 GMT del jueves, éste ha sido visto por la Casa Blanca como un desafío. Ese lanzamiento “demuestra claramente que no podemos confiar en ellos para que mantengan sus compromisos” dentro del acuerdo anunciado el 29 de febrero, afirmó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Ben Rhodes. Estados Unidos ofreció enviar 240.000 toneladas de ayuda alimentaria, a cambio del compromiso del régimen norcoreano de suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio y renunciar a las pruebas nucleares y al lanzamiento de misiles de largo alcance.

El pasado 28 de marzo, después de que Corea del Norte confirmara su intención de lanzar el cohete para poner en órbita un satélite de observación terrestre, EE.UU. ordenó suspender el acuerdo, que el gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, condicionaba al progreso de la moratoria. Corea del Norte presentó el lanzamiento como parte de las celebraciones por el centenario del fundador del país, Kim Il-sung, pero era visto por la comunidad internacional como una prueba balística encubierta y una muestra de fuerza del nuevo líder Kim Jong-un, hijo del fallecido Kim Jong-il, en un intento por consolidar su poder.

El Pentágono ha seguido los movimientos de Corea del Norte y vigila de cerca sus próximos pasos ante la hipótesis de que pueda realizar una prueba nuclear, como sucedió mes y medio después de que, en 2009, lanzara un cohete Unha-2.

“Desde luego esperamos que no incurran en ningún tipo de provocación adicional”, señaló el portavoz del Pentágono, George Little, quien dijo no poder confirmar que se están realizando los preparativos de una prueba nuclear. “Es muy difícil especular con las fotografías que todos hemos visto”, en referencia a las imágenes satelitales difundidas en los últimos días que, según los servicios secretos surcoreanos, revelan movimientos sospechosos que podrían indicar “preparativos clandestinos” para otra prueba atómica.

De momento, el acuerdo de febrero ha quedado cancelado y ahora el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) deberá decidir si mantiene activa una cláusula de dicho pacto por el que se disponía a enviar observadores a Corea del Norte. El Departamento de Estado confirmó que no se ha hecho entrega de los alimentos. Según el acuerdo, Estados Unidos preveía supervisar la entrega de ayuda para evitar que fuera desviada a las elites del país o al ejército.

“Si no puedes confiar en que un gobierno mantenga sus compromisos en un área, tampoco puedes confiar en que los mantenga en otra”, consideró Toner. “Y francamente, no creemos que podamos confiar en que, si la entregamos a los norcoreanos, esta ayuda vaya a parar a las manos adecuadas”, añadió. La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, telefoneó a su homólogo surcoreano, Kim Sung Hwan, y se contactó ayer con el ministro de Exteriores chino, Yang Jiechi, a quien pidió “que utilice su relación con Corea del Norte para expresarles” las “preocupaciones sobre sus acciones recientes”, dijo Toner.

Clinton subrayó además a Yang “la necesidad de actuar juntos en una forma deliberada y unificada para condenar esta acción”, en el contexto del diálogo a seis bandas establecido en 2005 (EE.UU., las dos Coreas, Rusia, China y Japón).

Además, la secretaria de Estado advirtió anteayer que, en caso de que hubiera lanzamiento, los ministros de Exteriores del Grupo de los 8 (G-8, formado por Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá) tomarían nuevas medidas en la ONU.

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Activistas surcoreanos protestan ayer en Seúl contra el misil lanzado por Corea del Norte.
 
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