A tres días del ballottage en Francia, el candidato que quedó fuera de la contienda, François Bayrou, respaldó al favorito François Hollande. Bayrou, del centrista Movimiento Democrático, instó al dirigente socialista a que, de resultar electo, arme un gobierno de unidad nacional.

Un día después del debate televisado entre Hollande y el candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy, el aspirante de la rosa celebró su último gran mitin en Toulouse (sur), tradicional lugar de cierre de campaña de la izquierda, un acto que contó con un condimento particular: el apoyo del aliado tradicional de la derecha.

El centrista Bayrou –quien obtuvo el quinto lugar, con más de 3,2 millones de votos en la primera vuelta– aclaró que fue una decisión personal y no les pidió a sus votantes que hicieran lo mismo. Pese a haber compartido gobierno con Sarkozy a comienzos de los años ’90, Bayrou se negó a darle su apoyo por la posición hacia la extrema derecha que ha adoptado el mandatario en busca de los 6,5 millones de votos de Marine Le Pen. “La línea de Sarkozy es violenta y entra en contradicción con mis valores, los de mi corriente política y los del gaullismo”, afirmó el actual diputado, quien denunció una persecución por parte de su ex aliado que ha colocado en la vanguardia de su campaña temas como la inmigración y las fronteras. “Pueden conducir a enfrentamientos entre franceses”, agregó.

Bayrou manifestó que no quiere votar en blanco por la situación en la que se encuentra Francia y decidió brindarle su apoyo a Hollande, a pesar de reconocer muchas diferencias con él. La más importante es la vinculada con su programa económico, al que tildó de “poco riguroso”. Además, hizo un llamamiento a Hollande para que deje de lado los partidos y genere un gobierno de unidad nacional que reúna a los mejores de cada movimiento, Si esto no sucede, anticipó que se situará en la oposición.

Con el respaldo del centrista, Hollande suma para la segunda vuelta el apoyo de la mayor parte de los candidatos eliminados en primera ronda, con excepción de la ultraderechista Marine Le Pen, que quedó tercera, con casi el 18 por ciento de los sufragios y quien declaró que votará en blanco. El candidato socialista ya contaba con el respaldo de Jean-Luc Milenchon, que quedó con el cuarto lugar en la primera vuelta. Las encuestas señalan que Sarkozy recortó distancias y en el último sondeo, publicado ayer, el margen es de cinco puntos a favor de Hollande.