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Las FARC redoblan su apuesta. El ex ministro de Defensa y Consejero de Paz colombiano, Gilberto Echeverry, y el gobernador del departamento de Antioquia, Guillermo Gaviria, fueron asesinados ayer en el norte de Colombia. Los dos funcionarios estaban secuestrados por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde hacía más de un año. Según la radio colombiana Caracol, también murieron ocho uniformados que estaban secuestrados con ellos. Horas antes de que se conocieran los asesinatos, el presidente colombiano Alvaro Uribe había reiterado sus condiciones para que haya un acuerdo humanitario que permita la liberación de los secuestrados por la guerrilla y los presos irregulares de su gobierno.
Echeverry y Gaviria fueron secuestrados por las FARC el 21 de abril de 2002 durante una marcha por la paz cerca del municipio de Caicedo, en Antioquia. El movimiento pacifista había salido de Medellín el 17 de abril e iba a terminar su marcha en Caicedo el 21 de ese mes, pero el frente 34 de las FARC no lo dejó llegar. Tres kilómetros antes de llegar a este municipio, los guerrilleros capturaron a Gaviria y a Echeverry, junto a otras seis personas que después fueron liberadas. Echeverry y Gaviria fueron incluidos luego en una lista de personalidades que este grupo guerrillero pretendía canjear por los rebeldes encarcelados por el gobierno colombiano. Su liberación parecía posible, pero ayer a la mañana fueron asesinados en una zona rural del municipio de Urrao, al norte de Colombia. Los cuerpos de los dos funcionarios fueron encontrados con varios impactos de bala, anunció un vocero de la Casa de Nariño, sede del gobierno colombiano. Según el vocero, Gaviria y Echeverry fueron asesinados cuando varios aviones de combate sobrevolaban la zona donde permanecían en cautiverio. Otros ocho militares que estaban en poder de las FARC también murieron, indicó la radio colombiana Caracol.
Precisamente ayer, Alvaro Uribe había reiterado sus condiciones para que se logre un acuerdo para la liberación de los secuestrados por la guerrilla y los presos irregulares del gobierno. En declaraciones a la radio RCN, Uribe dijo que su gobierno exige la liberación de todos los secuestrados y que los guerrilleros que salgan de la cárcel vivan en el exterior para que no vuelvan a delinquir. También exigió la participación de las Naciones Unidas en el conflicto que Colombia tiene con la guerrilla y volvió a rechazar la desmilitarización de cualquier zona del país. Después de conocerse la noticia de las muertes de Echeverry y Gaviria, Uribe inauguró un batallón de elite que operará en las montañas que rodean Cali, en el sudoeste de Colombia, y que sirven de corredor a los guerrilleros de las FARC y el ELN. Esta unidad tiene 1200 efectivos y es la segunda de alta montaña que ha sido activada en Colombia. El mandatario destacó que esta nueva unidad forma parte del Plan de Choque de su gobierno contra los grupos armados ilegales, que incluye una mayor presencia militar en los alrededores de las grandes ciudades del país. “Con el incremento de la fuerza pública acabaremos con la actitud cobarde y engañosa de Manuel Marulanda Vélez y Jorge Briceño”, dijo Uribe refiriéndose a los jefes de las FARC. Tienen un “discurso cínico y pendenciero, mientras mandan a asesinar colombianos a través del terrorismo”, agregó.
El presidente del Congreso colombiano, Luis Alfredo Ramos, repudió los asesinatos y pidió a los colombianos que rodeen la sede del gobierno nacional. Cada uno de los 44 millones de habitantes de Colombia “tiene que reaccionar indignado frente a estos hechos”, dijo el senador Ramos. Por su parte, el secretario general de la OEA y ex presidente de Colombia, César Gaviria, dijo que el “crimen cobarde de las FARC priva a Colombia de hombres excepcionales con una vocación de paz y de servicio que los distinguió durante toda su vida”.