EL PAíS › UN GLOBO DE ENSAYO DEL MENEMISMO DIO NEGATIVO
Menem no se va, dice Menem
Junto a las acusaciones de presunto fraude en las elecciones circuló el rumor, incluso en medios menemistas, de que Menem dejaría a Kirchner sin competencia en el ballottage. El no.
Por Diego Schurman
La versión corrió ayer como reguero de pólvora. Decía que Carlos Menem bajaría su candidatura presidencial. Y que justificaría su decisión en las aparentes irregularidades del proceso electoral. Las presentaciones judiciales que en ese sentido formalizará hoy el menemismo parecieron agregar mayor sustento al rumor. Y el caos que se vive por estas horas en las propias filas del ex mandatario aportó lo suyo. Por eso anoche el ex mandatario debió salir a desmentir la renuncia a su postulación y atribuyó esa especie a “burdas operaciones de prensa” del Gobierno. No las identificó ni dijo por qué al oficialismo le convendría un retiro suyo del ballottage.
Muy tarde el comando de campaña difundió un comunicado donde el candidato del Frente por la Lealtad confirmó su decisión de competir en el ballottage del 18 de mayo. “Minga me voy a bajar, sólo a un borracho puede ocurrírsele semejante idea”, dijo Menem sin demasiada diplomacia.
El supuesto paso al costado del ex presidente venía de la mano de un curioso armado estratégico. Las etapas del presunto plan, según circuló con fuerza durante toda la jornada, eran:
1) Se denunciaría irregularidades en los padrones y votaciones truchas durante la primera rueda, algo que de hecho ocurrirá hoy.
2) Se aguardaría que esas investigaciones forzaran la suspensión del ballottage o, eventualmente, cubrieran al comicio con un manto de sospecha.
3) De suspenderse la segunda vuelta, Menem buscaría torcer una tendencia que lo muestra indefectiblemente perdedor, en algunas encuestas conocidas el fin de semana 25 puntos por debajo de Néstor Kirchner.
4) De no lograr la suspensión, el ex mandatario renunciaría a su candidatura, insistiría con el “fraude” y dejaría que Kirchner asumiera la presidencia con apenas el 22 por ciento de los votos, lo que de por sí lo convertiría en un mandatario débil.
5) En esa línea se fortalecería una campaña sobre la “falta de autonomía” de Kirchner. Ya se conocen la publicidad estática que endilga al santacruceño ser el “chirolita” de Duhalde y el spot de televisión donde Menem lo califica como un “nuevo De la Rúa”.
Curiosamente, el que agregó más leña al fuego fue Adolfo Rodríguez Saá. De la boca del ex candidato no sólo salió insistentemente la palabra “fraude” sino que, además, mencionó la posibilidad de que Menem desistiera de la competencia electoral. El puntano y el ex mandatario habían mantenido una cumbre la última semana.
Como si fuera poco, una versión indicaba que el senador Eduardo Menem le habría pedido a su hermano que reviese la condición de candidato. Lo mismo endilgaban a su sobrino, Adrián Menem. “Lo desmiento categóricamente”, aseguró anoche Eduardo desde Mendoza, donde participó de un encuentro político.
No todos opinaron igual. “Por ahí entre perder una elección ante el candidato de Duhalde (por Kirchner) y no competir acusando fraude, le conviene esto último. Así la historia nunca dirá que perdió”, evaluaba un hombre del más íntimo círculo de Menem, haciéndose eco de las versiones.
Ese mismo hombre puso sobre la mesa un ejemplo a su favor: el plebiscito que en el ‘99 amenazó convocar Duhalde para ver si la gente aprobaba un segunda reelección de Menem, y que precipitó la autoexclusión del ex presidente de la competencia porque sabía que iba a perder.
El análisis, sin embargo, no coincidía con el que se escuchó en el bloque de diputados justicialistas, en el Congreso. “Si se baja es Chacho Alvarez”, chicaneaban, mientras los menemistas bonaerenses registraban una pelea pública de Alberto Pierri con Luis Patti, síntoma de la descomposición en la cúpula del candidato.
“Hay diferencias, para qué negarlo. Pero de ahí a que Menem baje la candidatura hay una distancia enorme. De hecho tenemos agendado todo uncronograma mediático. Hoy va a estar en el programa de Morales Solá, el miércoles con Mirtha Legrand... ¿Cómo se va a bajar?”, señalaban incrédulos en las filas de Juan Carlos Romero, compañero de fórmula del ex presidente.