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El “eje del mal” de George W. Bush (foto) aparentemente no descansa. Estados Unidos acusó a Irán de desarrollar un programa secreto para producir armas atómicas y faltar a sus obligaciones con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIAIEA). “Irán violó el Tratado de No Proliferación Nuclear y lleva adelante en forma secreta un programa para producir armas atómicas”, denunció ayer el subsecretario de Estado norteamericano John Bolton después de reunirse con el ministro de Energía Atómica rusa, Alexander Rumiantsev, en Moscú. Bolton se encarga de los asuntos de seguridad nuclear y control de armamento y las reuniones que ayer tuvo en el Kremlin fueron para presionar a Rusia para que revise su cooperación nuclear con Irán. Rusia asesora a ese país en la construcción de la central atómica de Bushehr. Según Washington, los reactores de Bushehr y otras instalaciones civiles iraníes pueden emplearse para producir plutonio y fabricar bombas atómicas. “Es evidente que la existencia en Irán de un programa orientado al desarrollo de las armas nucleares y la fabricación de misiles balísticos de ninguna forma se corresponde con los intereses de Rusia”, enfatizó Bolton para presionar al Kremlin. En cambio, Moscú cree que las acusaciones de Estados Unidos en realidad esconden la dura competencia que existe en la industria nuclear. Según fuentes rusas, minutos antes de las acusaciones de Bolton contra Irán, éste y Rumiántsev habían “coincidido en que no hay fundamentos para afirmar que Irán esté violando sus compromisos con la AIAIEA”. Pero el funcionario norteamericano insistió con que las sospechas de Washington se basan en “observaciones de representantes oficiales de la AIAIEA” que afirman que en Irán hay centrifugadoras que pueden utilizarse para enriquecer uranio. Mediante este procedimiento, se puede obtener plutonio para las bombas atómicas.