EL MUNDO
Catorce nuevos motivos de tensión entre Bush y Cuba
Estados Unidos expulsó a 14 diplomáticos cubanos acusándolos de espionaje. La decisión tensa aún más las relaciones de Washington con la isla.
En una clara provocación hacia Cuba, Estados Unidos anunció la expulsión de 14 diplomáticos cubanos acusados de espionaje. Siete trabajan en la misión cubana ante la ONU y otros siete en la oficina de intereses de Cuba en Washington. “Son expulsados por realizar actividades no apropiadas e inaceptables que no tienen que ver con sus deberes oficiales”, informó Philip Reeker, vocero del Departamento de Estado. Esta decisión no hace más que empeorar las relaciones entre Washington y La Habana, especialmente tensas desde que el pasado abril el gobierno de Fidel Castro condenó a 75 disidentes cubanos hasta 27 años de cárcel y fusilaron a tres secuestradores de una lancha.
Reeker dijo que “esas actividades constituyen un abuso de sus privilegios de residencia” y agregó que “el régimen cubano tiene un largo historial de espionaje contra Estados Unidos”. El vocero no dio los nombres de los expulsados ni su rango, pero subrayó que entre ellos no están los máximos responsables diplomáticos de La Habana ante la ONU y Washington. En el caso de los cubanos acreditados en la capital estadounidense, éstos serán declarados personas “no gratas”, lo que supone su inmediata expulsión de Estados Unidos. En el caso de los diplomáticos de la ONU, cuya sede central está en Nueva York, se les invitará a salir del país. En los dos casos, la expulsión se hará efectiva en los próximos diez días, dijeron en el Departamento de Estado, que confirmó que a las dos misiones diplomáticas ya se les comunicó la decisión. Fuentes de la sección de intereses de Cuba en la capital estadounidense dijeron que están al tanto de la decisión de expulsar a los diplomáticos, pero tampoco dieron sus nombres.
En plena guerra de Estados Unidos contra Irak, La Habana detuvo y enjuició a 75 disidentes acusados de estar bajo sueldo de Washington. Los juicios fueron muy breves y los acusados recibieron sentencias de hasta 27 años de cárcel. Luego de que se conocieran las condenas, el pasado 28 de abril, el secretario de Estado norteamericano Colin Powell dijo que Washington iba a “revisar su política con Cuba”. “Estamos revisando nuestro enfoque hacia Cuba a la vista de lo que creo que es un situación de deterioro en los derechos humanos” dentro de la isla, dijo. En los últimos meses, en Washington se ha hablado de las medidas que la administración Bush podría tomar con Cuba y del eventual endurecimiento de las sanciones estadounidenses que pesan sobre La Habana.
Esta no es la primera vez que Estados Unidos expulsa a diplomáticos cubanos. En noviembre pasado, dos funcionarios de la oficina de intereses de Cuba en Washington y dos de la misión ante la ONU fueron expulsados por espionaje. Por ese entonces, La Habana reaccionó criticando a Washington por inventar acusaciones “falsas y desvergonzadas”, pero no tomó represalias contra la oficina estadounidense en la isla. Cuba y Estados Unidos no tienen relaciones diplomáticas desde enero de 1961. Pero en 1977, bajo la presidencia de Jimmy Carter, los dos países acordaron establecer las Oficinas de Intereses en sus respectivas capitales.
El analista norteamericano en relaciones internacionales Philip Brenner dice que la decisión de Washington es “una provocación”. En general, la CIA y otras agencias de inteligencia norteamericanas se oponen a “este tipo de provocación porque consideran que la oficina es una importante ventana para conocer de primera mano lo que pasa en Cuba”, dijo. Pero pronosticó una nueva ofensiva política y mediática de la administración Bush para presentar a Cuba como enemigo de Estados Unidos. Están convencidos de que si repiten esta imagen lo suficiente, “la gente se lo creerá”, opinó.