Miércoles, 22 de agosto de 2012 | Hoy
EL MUNDO › LA GAFFE DE UN REPUBLICANO
Por Rupert Cornwell *
Desde Washington
El candidato republicano, cuyos comentarios sobre el aborto y la violación ayer crearon un revuelo nacional, todavía se negaba a retirar su postulación para el Senado en Missouri, a pesar de las exigencias de líderes del partido furiosos y avergonzados y la pérdida de millones de dólares de financiamiento de campaña. Normalmente tal presión terminaría instantáneamente una candidatura. Desde Mitt Romney para abajo, el establishment republicano lo ha repudiado, instando al congresista Todd Akin (foto) que dé un paso al costado para que otro candidato se enfrente a la titular demócrata Claire McCaskill, a cuya banca estaban apostando los republicanos en su intento de ganar el control del Senado en noviembre.
Bajo las leyes electorales de Missouri, Akin tenía hasta las 17 horas locales de ayer para retirarse sin enfrentar una pena legal o financiera. Pero siguió desafiante, proclamando que no era un “abandonador” y grabando una nueva publicidad para TV en la que le pide a los votantes que lo perdonen, pero repite su total oposición al aborto. Akin claramente estaba apostando al fuerte apoyo que todavía parece gozar en su estado natal de los más conservadores en temas sociales, que lo llevaron a una sorpresiva victoria en la primaria del 7 de agosto contra dos candidatos más favorecidos. Pero para el partido nacional, el episodio es un desastre absoluto.
El momento elegido para hacer los comentarios fue terrible, justo cinco días antes de que los republicanos se reúnan en Tampa, Florida, para coronar a Romney como su nominado. No sólo distrae la atención de los temas económicos con los que los republicanos creen que pueden derrotar a Obama. También llegó justo cuando el comité de la política del partido, reunido en Tampa, aprobó un lenguaje de plataforma apoyando una enmienda constitucional que prohíbe el aborto sin excepciones específicas para la violación o el incesto –que es más o menos la posición básica de Akin–.
El episodio arriesga confundir más a las votantes mujeres, entre las que el candidato rival del presidente Obama va a la zaga por más de un 20 por ciento según algunas encuestas. También pone el foco en las rígidas opiniones antiaborto de Paul Ryan, el compañero de Romney en la fórmula, con quien Akin copatrocinó un proyecto de ley “Paternidad” en la Cámara de Representantes en 2009, bajo el cual el feto tendría derechos totales legales y constitucionales desde el momento de la concepción. Los dos hombres han hablado desde que surgió el escándalo. Si Ryan también sugirió que Akin se retirara no resulta nada claro.
Lo más alarmante para los republicanos es la perspectiva de que, si permanece en la carrera, Akin les puede costar no sólo la banca de Missouri sino el total control del Senado también. Los republicanos necesitan ganar cuatro bancas, y hace tiempo que McCaskill es considerada la demócrata más vulnerable, presentándose en un estado cada vez más republicano, donde ella es cada vez más impopular y solo ganó apretadamente en 2006. Pero contra un oponente tan desacreditado, ella claramente considera que ahora tiene una oportunidad.
Los comentarios que provocaron la tormenta fueron hechos en una entrevista de TV local el domingo, en la que Akin habló de “violación legítima” y sugirió que el cuerpo femenino tenía mecanismos para evitar que las mujeres violadas quedaran embarazadas. Mientras tanto, el comité republicano del Senado y un grupo llamado Crossroad GPS anunciaron que no financiarían más al candidato, privándolo de 10 millones de dólares potenciales. Por su parte, los demócratas han saltado sobre la gaffe, usándola para vincular a Akin con Ryan.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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