El Gobierno lanzó una nueva licitación para la construcción de dos centrales hidroeléctricas que se nutrirán del río Santa Cruz, de esa provincia, el tercero en importancia en el país. El proyecto aportará al sistema interconectado 1740 Mw por día, es decir un total de 5000 Giga watts al año, el 4,3 por ciento del consumo anual proyectado para 2012. La inversión necesaria será de 21.000 millones de pesos, de los cuales el 50 por ciento deberá ser, como mínimo, financiamiento internacional. Las empresas que se sumen a la compulsa deberán garantizar una participación de compañías locales del 30 por ciento. Según explicó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante un acto realizado ayer en el hotel Sheraton, a diferencia de la primera vez que se lanzó la licitación, el 14 de abril de 2008, en esta oportunidad el Estado garantizará –para confianza de los inversores– el transporte de la energía generada por este proyecto a través del troncal patagónico, que se terminará de construir durante los primeros meses del próximo año.

“Vamos a realizar un road show a Brasil, China y Rusia, que seguramente tendrá resultados muy positivos, ya que podremos garantizar toda la interconexión del sistema eléctrico”, explicó la mandataria.

Las dos represas hidroeléctricas se habían proyectado bajo los nombres Cóndor Cliff y Barrancosa, pero recientemente fueron renombradas por la Legislatura provincial con el nombre de Presidente Néstor Kirchner y Gobernador Jorge Cepernic. Cristina Fernández presentó el nuevo llamado a licitación junto a los ministros de Planificación, Julio De Vido; Defensa, Arturo Puricelli; Turismo, Enrique Meyer, y los secretarios de obras públicas, José López, y Energía, Daniel Cameron. También estuvieron el titular de la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner, quien además fue orador, y el secretario general de la Uocra, Gerardo Martínez.

“Cuando llegué al helipuerto, se ve que un obrero de la construcción me gritó ‘¡Presidenta, no suspenda la obra pública!’. Claro que no. Vamos a conseguir financiamiento para una obra que demandará 66 meses de trabajo. No sólo cambiaremos la matriz energética del país, sino que seguiremos apostando a la obra pública como una política contracíclica”, sostuvo la Presidenta. Actualmente, la matriz energética del país utiliza un 31 por ciento de generación hidroeléctrica, cuando en América del Sur es del 60 por ciento, aproximadamente.

Ambas centrales hidroeléctricas prevén incrementar la generación por esta vía en diez puntos porcentuales. Es decir que la generación hidroeléctrica se llevará al 41 por ciento de la matriz energética. La puesta en funcionamiento de ambas centrales demandará la creación de 5000 puestos de trabajo directos y otros 1900 indirectos. Por eso en el auditorio había una concurrida presencia de trabajadores del sindicato de la construcción.

Entre 2003 y 2013, el Gobierno alcanzará los 5500 kilómetros de interconexión del “anillo energético” para la distribución de electricidad en todo el país, a través de líneas de 500 Kv. Una de las problemáticas del primer llamado a licitación de las centrales hidroeléctricas, además de la incertidumbre generada por la crisis financiera internacional, era la desconexión de Santa Cruz del anillo energético. “El capital no arriesga, el capital tiene miedo por eso había que esperar hasta que se terminara el transporte (de la energía)”, explicó la mandataria.

De esos 5500 kilómetros de interconexión, 1900 son del tronco patagónico. La interconexión ya llegó hasta Pico Truncado, y para los primeros meses de 2013 se terminará de conectar esa localidad con Piedra Buena, Esperanza y Río Gallegos, el Calafate y Río Turbio.

Cristina Fernández también anunció que una vez que finalice la interconexión eléctrica, los usuarios de las distintas distribuidoras, como Edesur, Edenor y Edelap, dejarán de pagar el cargo tarifario específico destinado a la provincia de Santa Cruz, para la financiación de las obras de interconexión.

Los sobres de la licitación se abrirán en diciembre. Durante la primera compulsa participaron empresas del grupo Roggio, Techint, Cartellone y la brasileña Camargo Correa. Los pliegos establecen que deberá existir una participación nacional del 30 por ciento, y el financiamiento mínimo deberá ser del 50 por ciento del proyecto. El tope máximo al que podrán aspirar los oferentes es de 21.600 millones de pesos, aproximadamente 6000 millones de pesos más que la primera licitación. También habrá aportes del Tesoro Nacional y del Fideicomiso de Infraestructura Hidroeléctrica.

Más allá del proyecto energético, la construcción de ambas centrales, con sus represas, permitirá generar un sistema de regado artificial para incorporar al sistema agropecuario 35.000 nuevas hectáreas, ya sea para la cosecha de fruta o forraje. “Son hectáreas verificadas, comprobadas, estudiadas que ya integran el proyecto, y se le pueden sumar muchas más por la capacidad de nuestras tierras”, graficó CFK.