El polémico primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi (foto), murió ayer a los 57 años en Bruselas a raíz de un proceso infeccioso que lo aquejaba desde hace tiempo. Zenawi dirigió Etiopía desde 1991 y estaba considerado por Estados Unidos como un socio confiable en la lucha contra las organizaciones islámicas armadas, sobre todo en la vecina Somalia, donde sus tropas combatieron al grupo radical Al Shabaab. En las últimas décadas, Etiopía sufrió los efectos de terribles sequías y hambrunas, pero Zenawi consiguió pese a ello atraer a los inversores y generar un crecimiento económico que fue del 7,5 por ciento en 2011. Sin embargo, grupos defensores de derechos humanos lo acusaban de violaciones de los derechos fundamentales y restricciones a la libertad de prensa. Los asuntos de gobierno los asumirá de manera interina el viceprimer ministro y ministro de Relaciones Exteriores, Haile Mariam Desalegn, tal como lo estipula la Constitución. Sus restos llegaron ayer en avión a Adís Abeba, donde lo esperaba una multitud.