EL MUNDO

Si no nos dejan entrar a las urnas, seguiremos por la vía de las armas

Un coche-bomba estalló al norte de España, dejando dos policías muertos y dos heridos (un civil). El gobierno español acusó a ETA. Fue a cinco días de los comicios regionales donde estuvo prohibido Batasuna, considerado el brazo político de la organización separatista.

“ETA ha vuelto a asesinar”, afirmó el vicepresidente primero del gobierno español, Mariano Rajoy, al atribuirle a la organización separatista armada vasca la explosión de ayer en Navarra (norte). Dos policías muertos, otro herido muy grave y un civil herido grave, provocó ayer el estallido de una bomba adosada a la parte inferior de un vehículo policial en Sangüesa. Hasta el momento el ataque no fue reivindicado. Se trata del primer atentado desde las elecciones municipales y regionales del domingo pasado en España y desde que a mediados de marzo la Justicia ilegalizó a la formación radical vasca Batasuna, considerada brazo político de ETA. A raíz del atentado, el presidente del gobierno español, José María Aznar, suspendió un viaje que tenía previsto a la ciudad rusa de San Petersburgo.
El atentado se produjo al mediodía local en la plaza Santo Domingo de la pequeña localidad de Sangüesa, de unos 5000 habitantes, a 46 kilómetros al sudeste de Pamplona, indicó la delegación del gobierno central en Navarra. Los dos policías nacionales Bonifacio Martín Hernando, de 56 años, y Julián Envit Luna, de 53 años, murieron en el acto por la deflagración y a un tercero, Ramón Rodríguez Fernández, de 44 años, lo operaron y le fueron amputadas las piernas. Permanece hospitalizado en Pamplona en estado muy grave. Un empleado de teléfonos, Carlos Gallo Vilches, también fue operado y se encuentra en estado grave. El blanco del ataque fue un automóvil Citroen CX utilizado por la policía, cuya tarea era expedir y renovar los documentos de identidad en los poblados. La bomba lapa adosada al vehículo contenía entre cuatro y cinco kilos de explosivo, según una fuente de antiterrorismo. La policía investigaba un “posible apoyo logístico” desde el interior del pueblo. Esa hipótesis fue mencionada por el ex alcalde de Sangüesa, Javier del Castillo, al afirmar que “hoy alguien sabía que (los policías) estaban aquí”. El presidente de la comunidad de Navarra, Miguel Sanz, dijo que “lo triste y lo grave es que los policías se habrán confiado en que era imposible poner una bomba a plena luz del día y en una plaza muy concurrida”.
El ministro español del Interior, Angel Acebes, viajó a Sangüesa y a su llegada afirmó que el gobierno “no dará ni un paso atrás en su lucha contra el terrorismo”. Aznar canceló su viaje a San Petersburgo, donde tenía previsto unirse a las celebraciones del 300 aniversario de la ciudad. Las fuerzas de seguridad estiman que el atentado es una reacción a la prohibición desde mediados de marzo del partido vasco Batasuna, considerado brazo político de ETA, y por la exclusión por orden de la Justicia de las listas herederas de los separatistas radicales en los comicios del domingo. Hace dos semanas ETA había amenazado con nuevos atentados a causa de esta medidas y rechazó las especulaciones acerca de una posible tregua.
Numerosos partidos y agrupaciones condenaron el atentado. El secretario general del opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que hay que “luchar con todas nuestras fuerzas” para acabar con la violencia. La Coordinadora Gesto por la Paz convocó para hoy 120 concentraciones silenciosas en el País Vasco y Navarra, mientras que la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) llamó a manifestarse el lunes al mediodía. Por su parte, el portavoz del grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak (SA, ex Batasuna), Arnaldo Otegi, afirmó que el atentado “no es una noticia agradable” y responsabilizó de ello al gobierno español “que apuesta por la guerra”.
ETA, que aboga por la secesión del País Vasco y Navarra de España, es uno de los grupos incluidos en la lista de asociaciones terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea. La Casa Blanca calificó de “cobarde” al ataque. El último golpe de ETA fue el 8 de febrero pasado en la localidad de Andoain, País Vasco, donde asesinó al jefe de la Policía Municipal, Joseba Pagazaurtundua. El 18 de febrero, la policía autonómica vasca desactivó un explosivo que iba a activarse cerca de la vivienda de un agente.

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Luego de la explosión, la imagen de los cuerpos de los dos policías muertos en el lugar.
La bomba lapa adosada al vehículo de la policía contenía entre cuatro y cinco kilos de explosivo.
 
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