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Una descomunal huelga con manifestaciones en todo el territorio del país paralizó ayer a Francia contra el proyecto de reforma de las jubilaciones que impulsa el gobierno. Cinco sindicatos, encabezados por la Confederación General de Trabajadores (CGT), pidieron al premier JeanPierre Raffarin la reanudación de negociaciones sobre el proyecto de reforma previsional que será presentado el próximo 10 de junio al Parlamento. La cifra nacional de los participantes en las manifestaciones osciló entre 455.000, según la policía y un millón y medio para los sindicatos. La CGT anunció que 250.000 personas se movilizaron en París, mientras que la policía estimó el número en 45.000. Los transportes públicos sintieron fuertemente la medida, después del llamado a huelga efectuado por los sindicatos opuestos al proyecto de reforma. La orden de movilización sindical implicó también a los sectores de la energía, correos, bancarios y autopistas, entre otros.