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“No todos son lo mismo, como habíamos creído”

Hebe de Bonafini pidió al Presidente que remueva a Gustavo Beliz. También reclamó cambios en la educación castrense.

 Por Santiago Rodríguez

No es frecuente ver así a Hebe de Bonafini y mucho menos verla caminar por la Casa Rosada, pero Néstor Kirchner consiguió ayer ambas cosas: “Nos equivocamos, no todos son lo mismo, como habíamos creído”, admitió la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo después de entrevistarse con el santacruceño, de quien dijo además que “ha empezado a hacer algunas cosas con las que soñamos desde hace años”. Aun así, Bonafini no pasó por alto las “exigencias” que plantearon en su paso por Gobierno y, en particular, reclamó la renuncia del ministro de Justicia, Gustavo Beliz, bajo cuya órbita está la Secretaría de Derechos Humanos. “Pedimos que ponga otro ministro por lo que significa un hombre de la derecha, casi fascista”, planteó la titular de las Madres.
El tono conciliador de Bonafini asombró a todos los que aguardaron durante una hora en la Sala de Conferencias de la Casa Rosada que concluyera su reunión con Kirchner para escuchar qué posición fijaría frente al nuevo gobierno. La sorpresa fue similar a la que la propia Bonafini aseguró haberse llevado al cabo de su encuentro con el santacruceño. “Nosotras –explicó a Página/12– vinimos creyendo que era igual a todos, que era lo mismo que (Carlos) Menem y nos dimos cuenta de que no es así.”
Las Madres solicitaron una audiencia con Kirchner el mismo día de su asunción. El santacruceño no rehuyó el compromiso y ordenó a sus colaboradores que organizaran la reunión. Como la misma Bonafini destacó, no es habitual la presencia de la organización en la Casa Rosada: “Tuvimos tres entrevistas con presidentes en distintas épocas: dos con (Raúl) Alfonsín y una con (Adolfo) Rodríguez Saá”.
Las expectativas que las Madres tenían puestas en la reunión con Kirchner no eran demasiadas. “Sabemos que este tipo no es Fidel ni tampoco (Hugo) Chávez. Venimos a traerle una serie de exigencias para dejar sentada nuestra posición”, explicaban de hecho aquellas que esperaban en la puerta de la Casa Rosada la finalización de la entrevista entre Kirchner y Bonafini.
La primera pauta de que la impresión con que las Madres concurrieron a la cita cambió en la hora que duró la reunión la dio Bonafini al abrir la rueda de prensa que ofreció dentro mismo de Gobierno. “Estamos emocionadas”, fueron sus primeras palabras. Después se mantuvo en la misma línea: “No era todo igual, como las Madres habíamos creído. Las Madres reconocemos cuando nos equivocamos. No votamos porque creíamos que todos los candidatos eran iguales, pero vimos que Kirchner no era igual. El aceptó con mucha humildad lo que le dijimos y nos transmitió que las puertas de la Casa Rosada siempre estarán abiertas”.
Lo que las Madres le plantearon a Kirchner fue una serie de “exigencias”. “Nos acostumbramos a exigir, no a pedir”, explicó Bonafini, aunque siguiendo con el tono mesurado aclaró que “lo hicimos con mucho respeto”.
Lo más contundente que Kirchner escuchó de Bonafini y el grupo de Madres que la acompañó a la audiencia fue el pedido para que separe a Beliz de la cartera de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos. “Le pedimos que ponga otro ministro”, contó después Bonafini y argumentó: “Beliz no nos conforma. Está ligado a los grandes capitales, al Opus Dei, a Pérez Companc. Nos preocupa su presencia y nos parece que no concuerda con el resto del gabinete.” Aun así y pese a tildarlo de “casi fascista”, agregó que “las Madres no estamos gobernando, sino que intentamos acercar nuestras propuestas y respetamos al Presidente. El tendrá sus razones para tener a Beliz de ministro”.
Beliz obviamente no participó de la reunión. Con Kirchner estuvieron el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde.
“Le dijimos también que el tema de la deuda externa nos preocupa a todos porque cada peso que se paga es un niño que se muere de hambre”, comentó Bonafini y reveló, además, que le había dicho a Kirchner que “no me quiero acostumbrar a que la gente coma mierda. No es eso lo que nos enseñaron nuestros hijos”. La respuesta del santacruceño, según dijo, no la dejó insatisfecha: “Nos contestó –precisó– que en su discurso de asunción ya había dicho que no pagaría un solo peso a costa del hambre de los argentinos”.
Las Madres también le demandaron a Kirchner el desprocesamiento de “los 1900 piqueteros procesados”. “(José) Pepino Fernández, el hombre que más sabe de petróleo en la Argentina, tiene más de cuarenta causas judiciales”, se quejó Bonafini, quien también pidió “la liberación de todos los presos políticos”. Además, le reclamaron la eliminación de “las bases militares (norteamericanas) que hay en Misiones y Entre Ríos”. La titular de la entidad habló ante la prensa de la Corte Suprema y de que “no queremos que quede ni uno solo de los que está ahora”, aunque reconoció que eso no es algo que esté al alcance de Kirchner.
Bonafini celebró la decisión del santacruceño de descabezar las cúpulas militares, pero contó que le advirtieron que es necesario modificar la educación “nazi” que reciben los militares y que “lo mismo pasa con la Policía”. Y en otro gesto conciliador añadió: “Sabemos que los cambios no son de hoy para mañana, pero le dijimos que sentíamos que había empezado a hacer algunas cosas que soñamos desde hace años. Tenemos muchas expectativas.

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