Martes, 18 de diciembre de 2012 | Hoy
EL MUNDO › EL PRESIDENTE RAJOY REIVINDICó LOS AJUSTES APLICADOS EN ESPAñA
En medio de la defensa cerrada de su gestión, un hombre que iba a ser desalojado de su casa se suicidó en Málaga. Y es que los desalojos muestran un aspecto de la grave crisis que atraviesa el país.
A poco de cumplir un año en La Moncloa, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, defendió con uñas y dientes su programa de recortes y se jactó de las reformas aplicadas en un país asfixiado por la crisis económica. “Nadie podrá decirnos que nos hemos quedado cruzados de brazos”, se ufanó el mandatario en un cónclave que mantuvo con diputados, senadores, eurodiputados y representantes en los Parlamentos regionales de su Partido Popular (PP), inaugurado en Toledo bajo el lema “Un año impulsando reformas”. En medio de la defensa cerrada de su gestión, un hombre que iba a ser desalojado de su casa se suicidó en Málaga. Y para colmo de males, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) anunció que las ejecuciones hipotecarias en la Península Ibérica aumentaron en 2012 un 130 por ciento.
“Los españoles no nos eligieron para que todo siga igual, sino para impulsar un profundo camino de cambio que ya hemos empezado”, continuó el jefe del Ejecutivo español y presidente del PP ensalzando la política de austeridad que puso en práctica en estos doce meses. A punto de cumplir el primer aniversario de su gobierno (ganó las elecciones en 2011 con el 43 por ciento de los votos; asumió la presidencia el 21 de diciembre), España sigue en recesión, el desempleo supera el 25 por ciento –sumó medio millón de personas en un año y se dirige hacia los seis millones– y, en este tiempo, Rajoy tuvo que enfrentar dos huelgas generales de los sindicatos, en marzo y en noviembre. Es el primer presidente del gobierno contra el que se convocaron dos paros de este tipo.
Las manifestaciones y protestas contra sus medidas y recortes, los más duros en la historia de la democracia española, sacaron a decenas de miles de ciudadanos a las calles, la última ayer, con marchas convocadas por los sindicatos en medio centenar de ciudades del país. Los profesionales de la educación pública protestaron, también los de la sanidad pública –los médicos de Madrid, donde gobierna el PP, entraron en su cuarta semana de huelga indefinida contra la privatización en el sector– y hasta los jueces y fiscales levantan la voz contra la reforma de la Justicia que impulsa el ministro del área, Alberto Ruiz-Gallardón, y advierten sobre la posibilidad de una huelga.
Rajoy, no obstante, se aferra a esas reformas que están destrozando el tejido social de España y asegura que son el único camino para sacar al país de la situación en la que se encuentra, aunque sean dolorosas y aunque algunas, como admitió, se hayan puesto en marcha en contra de lo que decía el programa electoral con el que ganó las elecciones. “Sé que hay muchos que no las aplauden, y algunos se han manifestado en contra de ellas, pero sin las renuncias parciales de cada uno, la recuperación de todos es imposible”, dijo el líder del PP. “Cada reforma es un avance irreversible hacia la meta de la recuperación”, agregó.
Trescientos sesenta días después de haber asumido, Rajoy sigue echándole la culpa al gobierno anterior, encabezado por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, de haberle dejado una herencia que lo llevó a actuar como lo hizo. “Hay quienes tomaron en su día las riendas de una España próspera y, siete años después, la dejaron en una situación crítica”, argumentó. Por otra parte, aseguró que la situación comenzará a mejorar el próximo año: “2013 será difícil y complicado, pero será el de la estabilización”, aseguró.
“No me puedo olvidar de esos españoles que no tienen empleo y de las familias que lo están pasando mal. Y en estas fechas de Navidad quiero mandarles un mensaje de esperanza y decirles que todo lo que hace el gobierno es para que recuperen sus vidas y su bienestar”, manifestó Rajoy. Las previsiones de los organismos internacionales señalan que habrá más desempleo y recesión.
Gonzalo Moliner, presidente del CGPJ, ennegreció más el oscuro panorama de los españoles: anunció que los desahucios aumentaron un 134,13 por ciento en 2012 y un 24,66 por ciento los despidos, con la consiguiente creación de un conflicto social. Fuentes del CGPJ precisaron no obstante que esos datos sobre desahucios corresponden en gran medida a locales comerciales y solares, no sólo a viviendas. Durante su intervención, Moliner manifestó que prevé un deterioro judicial con la desaparición de los jueces sustitutos porque si se mantienen los niveles de litigiosidad los magistrados titulares van a tener dificultades para prestar el servicio con rapidez y calidad.
No obstante, los desalojos siguen provocando suicidios en España. Según el diario El Mundo, una persona se quitó la vida ayer. Se trata del segundo suicidio por motivos económicos registrado en Málaga en sólo dos días. Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de esa provincia se informó que el sábado un vecino de Ardales de 47 años se suicidó asfixiado por las deudas. Fuentes municipales señalaron que el hombre, casado y con dos hijos, estaba sin trabajo desde hacía dos años; su esposa y uno de sus hijos también estaban desempleados.
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